El sexo es como cualquier otra actividad física que hace trabajar al corazón. Por qué se relaciona con un riesgo menor de problemas cardíacos.
Tener sexo hace bien a la salud ya que es un ejercicio aeróbico que favorece la quema de calorías; además, reduce el estrés y favorece la salud emocional. Existen diversos estudios que indican que la actividad sexual está relacionada con la prevención de enfermedades, así, durante el sexo se elevan los niveles de inmunoglobulina lo que protege de infecciones y favorece una mayor resistencia a las enfermedades.
Son también muchas publicaciones científicas las que destacan el papel del orgasmo en las relaciones sexuales. Durante el orgasmo, se liberan diversas hormonas como la adrenalina, las endorfinas o la oxitocina, en el caso de las mujeres, que actúan en nuestro organismo como vasodilatadoras permitiendo una mejor circulación de la sangre y evitando así la formación de coágulos. “La mejora de la circulación junto a la sensación de felicidad provocada por la secreción de estas hormonas ayuda a mantener una mejor salud cardiovascular”, apunta el Dr. Fernández-Lozano.
La excitación sexual libera sustancias químicas y hormonas dentro del cuerpo, que actúan como mensajeros y ayudan a controlar una variedad de sistemas corporales y promueven un estado de ánimo positivo. Algunos beneficios, son:
Durante las relaciones sexuales, la frecuencia cardíaca de un hombre rara vez supera los 130 latidos por minuto, y su presión arterial sistólica (la cifra más alta, registrada cuando el corazón está bombeando sangre) casi siempre se mantiene por debajo de 170.
El sexo quema unas cinco calorías por minuto; eso es cuatro más de las que un hombre gasta viendo la televisión, pero es más o menos lo mismo que caminar por el campo para jugar al golf. Si un hombre puede subir dos o tres tramos de escaleras sin dificultad, debería estar en forma para el sexo.