Es un trastorno más común de lo que parece y, aunque a veces puede ser una respuesta al estrés o la ansiedad, también puede transformarse en una rutina difícil de abandonar.
Arrancarse la piel alrededor de las uñas es una costumbre conocida como dermatofagia y es un comportamiento relacionado con la ansiedad. Tomar conciencia de este problema es el primer paso hacia la solución.
Dejar de lado los malos hábitos requiere no solo voluntad, sino también estrategias efectivas. Cambiar patrones de comportamiento, identificar desencadenantes y adoptar nuevas rutinas son elementos clave para mejorar la apariencia y salud de las manos y también mejorará el bienestar emocional. Al tomar el control de este hábito, estás dando un paso significativo hacia un mayor autocuidado y una vida más saludable.
Arrancarse la piel alrededor de las uñas puede parecer un acto inofensivo, pero tiene raíces más profundas. Según la American Psychological Association (APA), este comportamiento está asociado con trastornos de control de impulsos, como la onicofagia (morderse las uñas), y puede ser una manifestación física de la ansiedad o el estrés. Para muchas personas, este hábito se activa en momentos de tensión, cuando buscan liberar la ansiedad acumulada de alguna manera.
El primer paso para dejar de sacarse las pieles de las uñas es reconocer el hábito y establecer un plan para superarlo. A continuación, se presentan algunas estrategias recomendadas por expertos:
Estas técnicas son solo el comienzo. Cambiar un hábito requiere tiempo y paciencia, pero con la constancia adecuada, los resultados serán visibles tanto en la salud de tus uñas como en tu bienestar general.
Además de los beneficios físicos, dejar de arrancarse la piele de las uñas puede tener un impacto positivo en la salud mental. Sentirse en control sobre este comportamiento puede mejorar la autoestima y reducir los niveles de ansiedad. Cuando una persona logra superar un hábito autodestructivo, experimenta una sensación de logro que fortalece su resiliencia emocional. Incorporar técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, también puede ser útil para reducir la ansiedad que desencadena el hábito. Al trabajar en el control de estos impulsos, no solo mejorarás la salud de tus uñas, sino también tu equilibrio emocional.
Además de las estrategias mencionadas, es esencial cuidar integralmente la salud de las manos y las uñas. Esto incluye mantener una rutina de limpieza adecuada, evitar el uso excesivo de productos químicos sin protección y, sobre todo, buscar ayuda profesional si el problema persiste.