Surgió cuando el Millonario edificó la tribuna Sívori Alta para el Mundial Argentina 1978 y quedó instalado entre los futboleros. Hoy, en el marco de su 87º aniversario, repasá cómo se inició ese dicho y por qué no es así.
Cada vez que el Monumental cumple un nuevo aniversario, resurgen debates, mitos y leyendas que forman parte de su rica y compleja historia. Este 26 de mayo, el estadio de River Plate celebra 87 años desde su inauguración, y una de las frases más repetidas en chicanas futboleras vuelve a sonar con fuerza: "El Monumental fue construido por los militares". ¿Qué hay de cierto en esa afirmación? La realidad es mucho más profunda y reveladora.
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La historia del Monumental comenzó en 1934, cuando River adquirió los terrenos de Núñez. Cuatro años más tarde, el 26 de mayo de 1938, se inauguró el estadio gracias a un préstamo del Banco Hipotecario y el aval del gobierno de Agustín Pedro Justo. Por cuestiones presupuestarias, el anillo del estadio no pudo completarse en su totalidad: la estructura original tenía forma de herradura.
Recién en 1957, con los fondos obtenidos por la venta de Enrique Omar Sívori a la Juventus de Italia, River construyó la tribuna Sívori Baja y Media, cerrando el estadio en forma circular como se lo conoce hoy.
El mito que vincula al Monumental con la dictadura militar tiene su origen en las reformas realizadas con motivo del Mundial de 1978, cuando Argentina fue sede del torneo durante uno de los períodos más oscuros de su historia. Tras asumir el poder en 1976, la Junta Militar encabezada por Videla, Massera y Agosti creó el Ente Autárquico Mundial 78 (EAM) para llevar a cabo remodelaciones en estadios seleccionados, incluido el Monumental, que sería la sede principal.
En agosto de 1976, River firmó un acuerdo con el EAM para construir la Sívori Alta y realizar otras mejoras, bajo la promesa de que los gastos —calculados en unos 130 millones de pesos— serían compartidos. Sin embargo, el EAM nunca cumplió su parte del trato.
Según el historiador Rodrigo Daskal, autor del libro "Clubes de fútbol en tiempo de dictadura", el financiamiento prometido debía provenir del alquiler del estadio, los ingresos del Prode y un préstamo externo. Nada de eso sucedió.
River quedó solo frente a una inversión millonaria y debió afrontar una de las crisis económicas más graves de su historia. Tras el Mundial, el club quedó cerrado por 15 meses, con pérdidas que superaron los 170 millones de pesos, y tardó más de 20 años en saldar las deudas.
Una figura clave de ese período fue el contraalmirante Carlos Alberto Lacoste, titular del EAM y hombre fuerte del fútbol en tiempos de dictadura. Su poder era tan temido que el arquero Ubaldo Matildo Fillol relató cómo Lacoste lo obligó a firmar un contrato con un arma sobre la mesa, advirtiéndole: "Si yo quiero, desaparecés en 30 segundos y no te encuentran más".
Finalizado el Mundial, Lacoste continuó manejando hilos en el club, al punto de despedir a Ángel Labruna y hasta proponer que miembros de la Junta Militar fueran nombrados socios honorarios.
A 87 años de su fundación, queda claro que el Monumental no fue construido por los militares, sino por la gestión, el esfuerzo y las decisiones de River Plate, con aportes económicos propios y préstamos institucionales. Lo que sí ocurrió fue que durante la dictadura militar, el club fue utilizado y perjudicado por un aparato de poder que, lejos de financiar obras, lo dejó al borde del colapso económico.
Hoy, el estadio más emblemático del fútbol argentino se mantiene en pie como testimonio de una historia rica, compleja y profundamente marcada por el contexto social y político del país.