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Policiales

Confirman que el policía que atropelló a Cristian tenía 1,44 de alcohol en sangre

Se trata del cabo Matías Toloza, quien habría admitido que se encontraba borracho cuando manejaba por avenida Solis y embistió al joven ciclista, que murió en el acto. Fue imputado por homicidio simple con dolo eventual.

24/07/2025

La Fiscalía reconstruirá el accidente y la muerte de Cristian Flores, ocurrida en la madrugada del lunes 21 de julio, utilizando numerosos videos como prueba. Ayer se confirmó que Matías Toloza, el policía detenido y acusado por el hecho, circulaba en estado de ebriedad, con una graduación de 1,44 g/l de alcohol en sangre.

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El trágico hecho se produjo cerca de la 1.30 de la madrugada, cuando Cristian Flores, que circulaba en bicicleta, fue atropellado sobre la colectora de Avenida Solís y Avenida del Trabajo, en el barrio Campo Contreras Viejo.

El impacto fue letal: la víctima falleció a los pocos minutos. Según indicó la fiscal Silvia Jaime en el auto imputativo, el acusado se conducía en estado de ebriedad, a alta velocidad, y tras embestir a Flores, se dio a la fuga. El vehículo involucrado era un automóvil Volkswagen.

Toloza fue localizado y apresado horas después en la casa de un tío. En sus declaraciones, la fiscal detalló que el imputado "embistió, causando la muerte por el impacto violento, doloso y frontal a Cristian Flores".

En el avance de la causa, la Fiscalía ya dispuso la realización de pericias planimétricas y fotográficas, a cargo de especialistas de la División Criminalística, así como la ratificación de testimoniales y la presentación de videos por parte de efectivos policiales.

Antes de continuar con las medidas probatorias, la Fiscalía acelerará la audiencia de legalización de la aprehensión, con el objetivo de convertirla en detención formal. Durante esa audiencia, solicitará 15 días de detención preventiva, bajo la imputación de "homicidio simple con dolo eventual".

Este delito se configura cuando una persona, si bien no busca directamente causar la muerte, es consciente del riesgo de su accionar y actúa aceptando esa posibilidad. Es decir, no tiene intención directa de matar, pero asume como probable la consecuencia fatal de su conducta.