Pil Jye Ko rompió el silencio tras la tragedia náutica en la que su hija Erin, de 13 años, perdió la vida junto a la nieta de Cris Morena. Pide justicia y conocer la verdad sobre lo ocurrido.
El padre de Erin Ko Han, la niña chilena que murió este lunes junto a Mila Yankelevich en el accidente náutico en la costa de Miami Beach, habló por primera vez con la prensa y realizó un dramático pedido de justicia: “Necesito saber qué pasó”.
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“Estamos muy dolidos, dolidos del corazón. Era lo único que teníamos”, expresó Pil Jye Ko, en diálogo con el medio Local 10 News. La adolescente, de 13 años, era la única hija de la familia, que se había mudado a Estados Unidos el año pasado por una oportunidad laboral.
La tragedia ocurrió cuando una barcaza con grúa embistió a un velero en el que viajaban cinco menores y una joven tutora. Era el primer día de Erin en el campamento del Miami Yacht Club, donde sus dos primas también participaban. “Me acuerdo que la fuimos a dejar, nos despidió ‘nos vemos, papi, mami’”, recordó conmovido.
Según relató, su hija fue llevada inconsciente al hospital: “Lo tengo en mi cabeza, de muchas heridas en la cabeza, en los brazos, las piernas, por todos lados. Ya dejó de palpitar su corazón”.
El análisis forense reveló que tanto Erin como Mila murieron por “ahogamiento accidental” y no por el impacto de la barcaza. “Esperábamos que todo esto fuera solo un sueño o que hubiera ocurrido un milagro. Que el hospital llamara y dijera ‘su hija está viva, está bien’. Pero no, eso no pasó”, lamentó el padre.
Ko cerró su mensaje con un pedido de justicia: “Necesito honrar a mi hija porque no puedo decir adiós como si nada. Necesito saber qué pasó”.
Erin cursaba estudios en el Colegio San Pedro Nolasco de Vitacura, en Santiago de Chile, antes de mudarse a Miami, donde asistía a Nautilus Middle School. Hablaba inglés, español y coreano, y estaba aprendiendo japonés. El día de la tragedia fue su primera vez en un velero.
La comunidad escolar en Chile la recordó como una alumna “integral, cercana, empática y buena compañera”. Desde su ingreso en 2016, participó activamente en la vida académica y deportiva, integrando la selección de vóley y el taller de trapecio y telas. “Su simpatía y personalidad le permitieron compartir transversalmente con estudiantes de distintos niveles”, destacó la institución en un comunicado.
“Con la esperanza de que nuestra Madre de la Merced les brinde consuelo y paz”, finalizó el mensaje de despedida de su colegio, que acompaña en el duelo a familiares, amigos y compañeros.