El equipo del Titán venció 2-1 a Corinthians, dejó la zona roja a una fecha del final y va por una permanencia histórica en el Brasileirao.
Fortaleza vive una película épica y tiene como protagonista a Martín Palermo, que está a 90 minutos del milagro. Lo que parecía imposible el 3 de septiembre —cuando fue presentado con el equipo penúltimo, hundido y sin rumbo— hoy está al alcance de la mano: el León del Norte venció 2-1 a Corinthians, salió del descenso y depende de sí mismo en la última fecha del Brasileirao.
El impacto del argentino es incuestionable. Cuando asumió, Fortaleza tenía 15 puntos en 21 fechas, estaba a siete de la salvación y era candidato firme a perder la categoría. Hoy, tras una campaña marcada por la resistencia y el carácter, le sacó ocho unidades a Juventude, su rival directo en aquel momento. Nada casual: fue Palermo puro.
Los números lo explican mejor que nada: ocho triunfos (cuatro seguidos), cuatro empates y cuatro derrotas, con 21 goles a favor y 20 en contra. Un camino sufrido, parejo y a los golpes, donde solo ganó un partido por más de un tanto: su debut, aquel 2-0 ante Vitória.
El duelo ante Corinthians volvió a tener ese dramatismo que se volvió sello del ciclo. Fortaleza sufrió en defensa —con Brenno como figura y un tapadón monumental en la última jugada— pero fue letal cuando llegó. Tomás Pochettino abrió el marcador tras una gran jugada colectiva, mientras que José María Herrera —ex Argentinos— peleó, robó y definió con una deliciosa vaselina para el 2-1. Entre los titulares también dijeron presente Eros Mancuso, Emanuel Brítez, Gastón Ávila y Adam Bareiro, en una clara muestra del peso argentino en esta reconstrucción.
El Arena Castelao fue una caldera: el hincha explotó con cada quite, cada cierre y cada transición ofensiva. La conexión Pochettino–Herrera brilló, el doble cinco Sasha–Pereira ganó todos los duelos y la zaga argentina despejó cada centro desesperado del Timao. Cuando Pochettino dejó la cancha, la ovación fue un retrato fiel de su noche.
El camino no fue lineal. Tras un arranque con altibajos —tres victorias y cuatro caídas—, la revolución llegó desde la fecha 30: triunfo histórico ante Flamengo, cuatro empates seguidos y ahora cuatro victorias consecutivas. Con esa racha, Fortaleza no solo salió del descenso, sino que todavía sueña con la Sudamericana, algo insólito considerando su situación hace dos meses.
La permanencia también se explica por los resultados ajenos: Santos goleó a Juventude con un hat-trick de Neymar, Vitória cayó 4-0 ante Bragantino y quedó abajo del León, mientras que Inter fue aplastado por San Pablo y se hundió aún más.