En la previa del duelo del viernes, el entrenador anticipa un encuentro de alta intensidad frente a un rival que llega en alza.
Olímpico se prepara para afrontar el último compromiso del año de local con un desafío exigente por delante. En la previa del duelo del viernes, Martín Villagrán anticipa un encuentro de alta intensidad frente a un rival que llega en alza. “Va a ser un partido muy duro, sobre todas las cosas porque nos está costando cerrar los juegos”, admite el entrenador.
En ese análisis, el DT pone el acento en la necesidad de sostener el nivel durante todo el desarrollo. “Tuvimos pasajes de buen juego contra Peñarol y también frente a Ferro, pero necesitamos mantener esa regularidad”, explica. Y destaca el valor de la localía como factor clave: “Tenemos que revalidar en casa, porque necesitamos ganar”.
Al detenerse en Platense, Villagrán remarca algunas de sus principales virtudes. “La llegada de Derrick Woods les cambió la cara y es un punto importante a tener en cuenta”, señala. A eso se suma la jerarquía de uno de sus principales anotadores: “Eric Flor es un arma ofensiva muy fuerte, lo tenés que defender bien porque si está en una noche inspirada te puede hacer un desastre”.
De todos modos, más allá de las características del rival, el cuerpo técnico prioriza el trabajo propio. “Estamos enfocados en estar bien nosotros y en hacer un buen trabajo para poder ganar el partido”, afirma.
Pese a los resultados recientes, Villagrán valora la manera en que Olímpico se mantuvo en competencia hasta el final. “Hicimos buenos papeles en ambos encuentros, pero no los pudimos cerrar”, analiza. En esa línea, reconoce que “ante Ferro dejamos pasar situaciones importantes en el último cuarto que podrían haber cambiado la historia”.
Pensando en el viernes, el entrenador identifica los puntos a mejorar. “El tema de los rebotes y las pérdidas nos ocupa”, reconoce. Con una mirada optimista, concluye: “Si ajustamos esos detalles, creo que podemos ganar el viernes”.
Nota y foto: Prensa Olímpico