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Un adolescente de 13 años murió tras intervenir en un ataque contra su madre en Portugal

El crimen ocurrió en Tomar y es investigado por las autoridades locales.

Hoy 09:31

Un brutal episodio de violencia machista sacudió a la localidad de Casais, en la zona de Tomar, Portugal: Alfie Hallett, un chico británico de 13 años, murió apuñalado cuando intentó proteger a su mamá durante un ataque de la expareja en su casa.

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El trágico episodio ocurrió el martes al mediodía, después de que la policía recibiera un llamado por un caso de violencia doméstica.

Según informaron medios locales, el agresor, identificado como Gonçalo Carvalho, de 43 años, era un exconvicto que había pasado casi 15 años preso por un homicidio y había salido en libertad anticipada por buena conducta.

De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, el hombre atacó a la madre de Alfie, la golpeó y la ató de manos y pies. El chico, que era un apasionado del básquet, intentó defenderla y fue apuñalado.

El agresor luego se atrincheró en la vivienda y abrió el gas, lo que provocó una explosión que lo mató a él y dejó heridos a la mamá de Alfie y a un policía. La mujer logró liberarse y pedir ayuda a los vecinos, y fue trasladada de urgencia al hospital.

“Tanto el presunto agresor como el menor presentaban varias lesiones provocadas por arma blanca, pero, pese a que aún se detectaban signos vitales, instantes después se declaró el fallecimiento en el lugar de los hechos“, indicó la Policía Judicial al medio Diario de Noticias.

Linda Hallett, la abuela de Alfie, contó desde Bognor Regis, Inglaterra, que la noticia la dejó “completamente devastada”. “Creo que Alfie murió tratando de proteger a su mamá. Era un chico tan dulce, con un corazón de oro”, expresó.

La familia contó que Alfie se había mudado a Portugal junto a su madre y que, aunque habían perdido contacto durante un tiempo, el reencuentro con su papá en 2018 fue un momento de mucha felicidad para el chico. “Le encantaba la Navidad, cantar y bailar. Era un alma alegre”, recordó su abuela.

Vecinos de la familia contaron que el agresor, expareja de la madre de Alfie, tenía actitudes obsesivas y pasaba noches durmiendo en su auto frente a la casa. La mujer ya lo había denunciado por violencia de género.

El día anterior al crimen, el hombre publicó un video en redes sociales donde decía que tenía “el corazón roto”.

Las autoridades portuguesas confirmaron que estaban al tanto de antecedentes de violencia doméstica en la pareja. El caso generó indignación y renovó el debate sobre la protección a las víctimas.

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