La jueza María Inés Lona contó a su llegada a Ezeiza la odisea que vivió en el hundimiento; "Nunca creí que me iba a morir", afirmó.
La jueza mendocina María Inés Lona contó esta mañana, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, la odisea que vivió en Italia, al haber estado en el hundimiento del Costa Concordia. Se trata de la magistrada que nadó unos 200 metros en el Mar Mediterráneo para salvar su vida, debido a que ya no quedaban botes para poder escapar del crucero.
"Fue supervivencia, no un acto de valentía", afirmó la mujer, ante decenas de periodistas que aguardaban el arribo de los argentinos que estuvieron en la tragedia que ya se cobró seis vidas y cuyo saldo luctuoso aún podría ser peor. Lona explicó que decidió arrojarse al agua cuando vio que no había forma de escapar: "Me dijeron se hunde el barco, tirénse a el agua... y yo me tiré", afirmó.
"Lo único que hicieron fue avisar que había que ir al tercer puente para abordar los botes, y pasó una hora y media y no dijeron más nada", aseguró la jueza, quien además advirtió en base al testimonio de "varios pasajeros" que el capitán "estaba muy enfiestado, con mujeres, tomando".
A tres días del trágico hundimiento del crucero frente a las costas de Italia, un puñado del total de los 18 argentinos -entre ellos cinco niños- que viajaban en la embarcación y que lograron sobrevivir comenzaron a llegar a nuestro país en un vuelo procedente de Roma.