Tras conocerse la detención de los enfermeros, comenzaron a establecerse relaciones con otros hechos similares en distintas partes del mundo. Los casos que conmovieron a la sociedad.
Austria: las enfermeras Waltraud Wagner, Maria Gruber, Ilene Leidolf y Stephanija Mayer confesaron por lo menos 49 asesinatos en el Pabellón 5 del Lainz General Hospital, de Viena, en el transcurso de cinco años. Las cuatro, lideradas por Wagner, fueron arrestadas en abril de 1987.
Estados Unidos: desde abril de 1983 hasta septiembre de 1986, el enfermero Donald Harvey habría asesinado a por lo menos 87 pacientes del Drake Memorial Hospital en Cincinnati, Ohio, según le confesó a la policía, que probó 57 homicidios.
Alemania: Stephan Letter asesinó a 29 personas de entre 40 y 94 años en una clínica privada de Sonthofen, en Baviera, durante los 17 meses en los que trabajó allí entre 2003 y 2004. Fue condenado a cadena perpetua en 2006.
Francia: la ex enfermera Christine Malèvre fue arrestada en 1998 acusada de asesinar a 30 pacientes del hospital Mantes-la-Jolie. Malèvre fue condenada a 12 años de prisión en 2003, luego de un juicio que tuvo en vilo a Francia.
Gran Bretaña: la enfermera Beverley Gail Allitt fue sentenciada a prisión de por vida por asesinar a cuatro chicos, intentar matar a otros tres y herir a por lo menos seis menores en 1991 en la guardería infantil del Grantham and Kesteven Hospital, Lincolnshire.
Noruega: el ex enfermero a domicilio Arnfinn Nesset envenenó y mató a 22 personas en el geriátrico Orkdal Valley Nursing Home. Su carrera homicida comenzó en la década de los sesenta y se extendió hasta su condena en 1983. Los investigadores del caso creen que Nesset habría matado a por lo menos 138 de sus pacientes, con lo cual superaría a asesinos seriales como Ted Bundy o Jeffrey Dahmer.