Magui Bravi se sinceró durante una entrevista en la que reconoció que por la obsesión que tenía con su cuerpo tuvo que dejar la danza. Además, aclaró que su padre no quería que concursara en el Soñando por Bailar, pero llegado el momento la apoyó: “Si es lo tuyo, jugátela” le dijo.
Magdalena Bravi, la bailarina que participa en el Bailando 2012, dio una entrevista a la revista Pronto. En la misma sostuvo que tuvo que dejar de bailar porque sufrió de bulimia.
“Empecé a los 17 años, al principio no me di cuenta, hasta que después se me fue de las manos, por suerte pedí ayuda a mi familia y hoy estoy totalmente recuperada. Mi consejo es que hablen con los padres”, dijo como para dar un ejemplo a las chicas que pudieran estar en la misma situación.
Luego, Bravi contó que se dedicó a su profesión de azafata, y que su padre no estaba de acuerdo con la posibilidad de que participara en el Soñando. Que fue a escondidas a hacer las pruebas y que el día de la definición final, habló con su padre, que ante lo inevitable, terminó por apoyarla: “Aunque no esté de acuerdo, si sentís que es lo tuyo, jugátela”, sentenció al encontrarla maquillándose.
Finalmente Magui se mostró feliz por su actualidad, sobre la que resaltó que “mi vida dio un vuelco de 180 grados. Volví a bailar, que era lo que más quería, y encima me pagan por hacerlo… ¿qué más puedo pedir?”.