La esposa del ex gobernador de Río Negro fue considerada culpable de "homicidio calificado por el vínculo agravado por el uso de arma". La pena la seguirá cumpliendo en el área de Salud Mental del Hospital de Cipolletti, actual lugar de alojamiento.
La Justicia de General Roca dio a conocer hoy su veredicto en el juicio por el homicidio de Carlos Soria. Y resolvió condenar a su esposa, Susana Freydoz, a la pena de 18 años de prisión.
La viuda enfrentaba un pedido de condena a prisión perpetua por parte de la fiscalía, por el delito de "homicidio calificado por el vínculo agravado por el uso de arma".
Sin embargo, los jueces resolvieron darle una pena menor y, en base a la existencia de "circunstancias de atenuación extraordinarias", le dieron a Freydoz la posibilidad de cumpla la condena en su actual lugar de detención.
Sin embargo, los magistrados no hicieron lugar al pedido de inimputabilidad o de homicidio culposo guiado por la emoción violenta que había realizado la defensa de la sentenciada: consideraron que "se encuentra acreditado el hecho y la autoría (del crimen de Soria)" y entendieron que "no ha existido inimputabilidad ni emoción violenta".
El hecho
Freydoz asesinó a Soria el 1 de enero de este año de un disparo en la cara con un revólver Smith & Wesson calibre .38 -propiedad de la víctima-, en el dormitorio matrimonial de la chacra de la familia, en Paso Córdoba, en las afueras de General Roca.
El hecho se produjo cerca de las 4 de la madrugada tras la reunión familiar de fin de año de la que participó parte de la familia del mandatario provincial.
El juicio a la viuda de Soria comenzó el 15 de octubre último y desde entonces declararon ante el tribunal 31 testigos.
El 7 de noviembre pasado se realizó la última audiencia del debate, en la que concluyeron los alegatos de las partes.
Durante el debate, la viuda de Soria se abstuvo de declarar en dos oportunidades: al inicio, luego de la lectura del requerimiento de elevación a juicio, y al final, tras los alegatos.
La fiscal de Cámara, Laura Pérez, que había pedido prisión perpetua, consideró que el accionar de Freydoz fue consecuencia de años de degradación de un matrimonio, en el que ambos integrantes peleaban regularmente con suma violencia verbal aunque no física.
También Pérez enmarcó el hecho en una conducta de celos obsesivos y desconfianza de la acusada hacia su marido, probablemente justificada en algún caso de engaño.
Para la fiscal, el crimen fue decidido en pocos minutos luego de que se retiraran todos los invitados de la reunión familiar, cuando Freydoz fue al dormitorio detrás de Soria -quien ya estaba acostado y probablemente dormido-, tomó el revolver de la mesa de luz, le gritó y le disparó a la cara.