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Ébola: pide no sacrificar al perro que contagió a su mujer

Javier L.R. difundió en las redes sociales que autoridades sanitarias amenazaron con matar a su mascota, sin hacerle estudios ni dejarlo en cuarentena; "¿hay que sacrificarme a mí por si acaso?", se pregunta.

08/10/2014

El marido de la enfermera que se contagió el Ébola tras haber atendido a dos misioneros repatriados de África a España como consecuencia de la enfermedad, pidió hoy por distintas redes sociales que el gobierno español no sacrifique a su mascota, un perro llamado Excálibur.

España entró anoche en máxima alerta sanitaria al constatarse el primer contagio de Ébola fuera de África en una enfermera que había atendido en un hospital madrileño a un sacerdote repatriado desde Sierra Leona y que murió hace 10 días.

La paciente -de 44 años, nacida en Galicia- está internada en un hospital de Alcorcón, un suburbio al oeste de la capital, donde ingresó con fiebre muy alta ayer por la mañana. Presentaba síntomas leves desde el martes pasado.

Dos pruebas de laboratorio confirmaron que tiene el virus, según informó la ministra de Salud, Ana Mato, a cargo del comité de emergencia que se formó para gestionar la crisis. Javier L.R., marido de Teresa R.R. y primera infectada por Ébola fuera de África, hizo el llamamiento para que su perro no sea sacrificado.

"Quiero denunciar públicamente que un tal Zarco, creo que es jefe de Sanidad de la Comunidad de Madrid, me ha dicho que tienen que sacrificar a mi perro así, si más", explica en un comunicado difundido a través de la página de Facebook de la Asociación Protectora Villa Pepa.

Javier denuncia a Julio Zarco, nuevo director general de Atención al Paciente de la Consejería de Sanidad de Madrid

"Me pide mi consentimiento a lo cual me he negado rotundamente", agrega Javier, que manifestó que lo amenazaron con "pedir una orden judicial para entrar por la fuerza en su casa para sacrificarlo".

Si bien Javier se encuentra internado y aislado en el sexto piso del Hospital Carlos III de Madrid, una amiga suya es la encargada de difundir los comunicados del dueño del animal y de acusar a los directivos sanitarios de querer solucionar "un error de ellos por la vía rápida".

Javier propone soluciones alternativas a la muerte del animal; "Hay que poner al perro en cuarentena y observación como han hecho conmigo. ¿O acaso hay que sacrificarme a mí por si acaso?".