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Revista

9 señales de que te importa poco tu pareja

Te brindamos algunas señales para saber si realmente ya no estás enamorada o solo se trata de una mala racha con tu pareja.

12/12/2014

¿Sientes que ya no es lo mismo que antes? El enamoramiento dura toda la vida en algunas parejas, sin embargo, en otras el encanto se acaba antes de lo esperado y el fantasma del desencuentro puede estar acechando. A continuación, te brindamos algunas señales para saber si realmente ya no estás enamorada o solo se trata de una mala racha con tu pareja. Después te tocará decidir si reavivar la relación o darla por finalizada


A veces el enamoramiento y el romance parece que se esfuman con el tiempo. Pudo desgaste. Le pasa a todo el mundo. Pero si estás pensando en que lo vuestro ha cambiado a peor, probablemente estés en lo correcto. Rara vez nuestro instinto nos engaña si se trata del amor, por eso si ya no miras a tu pareja con los mismos ojos o no le dedicas momentos inolvidables, puede ser que la llama se haya extinguido. Si representas todas estas señales empieza a cuestionar el amor que sientes por tu pareja, probablemente no era tan profundo ni duradero como creías. Los malos momentos han erosionado la relación más de lo que pensabas.

1.- Hay distancia entre los dos: ¿Juntos pero no revueltos? Todas las parejas pasan por algunos periodos en los que se sienten más distantes, pero si el problema persiste en el tiempo podría ser una señal clara. Si te parece que vives aislada aunque compartáis los mismos espacios, el problema existe. Al menos eso es lo que dicen los terapeutas. Esta distancia puede manifestarse por ejemplo, si ya no pasan mucho tiempo juntos o prefieres hacer actividades con otras personas para pasar tiempo lejos de tu pareja o de tu casa.

2.- Tu pareja te irrita: Suele ocurrir que cuando ya estás aburrida de tu relación la otra persona comienza a irritarte, es decir, te molesta incluso que te toque, lo que dice, lo que hace y lo que no. Y, por supuesto, sus manías te matan. Todo es motivo de disgusto para ti. "En general, lo que empieza a cambiar es que lo que antes te fascinaba, ahora te molesta, o peor, te irrita", explican los piscólogos.

Así, las señales que deberían alarmarnos son "la falta de ganas de compartir, el empezar a aburrirnos, hacer muchos reproches, y tener peleas frecuentes y sin mucho fundamento".

3.- Peleas por montón: Como ya no soportas a tu chico, puede que cada cosa que haga o diga te moleste al punto de estallar en una discusión. Las peleas se vuelven rutina y terminan desgastando la relación que mantienes. Lo peor es que de un tiempo a esta parte, ni siquiera guardáis las formas delante de amigos y familiares. Si tu madre o tu hermana te preguntan si estáis bien, probablemente es que os vaya fatal.

Al final de la tensión continua y los silencios incómodos siempre queda el resentimiento, según indican los psicoterapeutas. En consecuencia, podrías darte cuenta que ya no disfrutas de la compañía de tu pareja, sobre todo si cada vez que lo ves hay drama y peleas.

4.- Pensamientos de infidelidad: Puede que no haya una persona específica que te robe el sueño, pero "tal vez te encuentras coqueteando con varios hombres y esto podría ser una señal del desamor", según explica la psicóloga Susan Heitler en la revista Psychology Today.

Lo cierto es que ya no estás cegada como en los primeros meses de enamoramiento, ahora puedes mirar a otros hombres sin sentirte mal. como algo usual y lógico. ¿Te has encontrado recordando a un ex con ganas de volver a tener algo con él?

5.- No lo deseas: "Si te encuentras en un largo período de poca o ninguna actividad sexual, esto puede ser una señal de que las cosas no van bien", menciona el terapeuta Gal Szekely en el portal Psych Central y agrega que una conexión sexual poco frecuente podría indicar que el afecto disminuyó en la pareja y esto incluye no solo el sexo, sino también el contacto físico y las caricias.

¿Prefieres tomar un café, ver una película o leer un buen libro antes de tocarlo? Y claro, ¿tampoco dejas que él te toque? La pasión se va apagando y no te molesta dejar que pasen semanas o meses sin sexo. Antes no era así. Pregúntate acerca de esta cuestión. Y decide. Habla con él.

6.- Te es indiferente: ¿Hace cuánto que no sientes alguna inquietud acerca del amor que siente por ti tu pareja?Te da lo mismo si sale con sus amigos, si sale solo, si no regresa a casa, si se queda más tiempo en el trabajo, en fin. Él te da lo mismo. Te has vuelto indiferente, porque ahora también quieres tener una vida libre e individualista.

"Si estás aburrida al conversar con tu pareja o tu mente se distrae y te encuentras inquieta o ansiosa, estas actitudes podrían estar diciendo que ya no deseas participar en esa conversación", destacan los expertos, e indica que en un nivel más extremo también podría irritarte el solo hecho de oír su voz.

7.- Ya no es tu prioridad: Si te interesa más ir a ver a tu primo a su competición de curling que festejar tu aniversario de casados o de novios, también podría ser signo de que ya no estás enamorada, ¿no te parece? Puedes poner todas las excusas que quieras, pero solo hay una cosa peor que engañar a tu pareja: Engañarte a ti misma. Y tú, ¿quisieras sumar otras señales de que la cosa ya no fluye igual y que has perdido el interés en la pareja? Está bastante claro, ¿no?

Es verdad que en el pasado las horas juntos se te pasaban como si fueran minutos. Estabas pensando todo el día en el rato que pasarías en su compañía. No es lógico ni normal que con el paso del tiempo las cosas sigan igual. Eso no sucede. Peo otra cosa es que ya no te apetezca en absoluto.

8.- ¿Estás aburrida?: "Muchas parejas sienten que han hecho todo lo posible para conocerse profundamente pero llegaron al final de ese descubrimiento, y podrían comenzar a ser víctimas de la rutina y poner menos energía en esa relación que consideran demasiado habitual: otro elemento decorativo de su vida", describen los especialistas de pareja.

Si eso sucede, debes intentar redescubrir al otro.


9.- No han crecido a la par: Hay relaciones que fagocitan a uno de los dos miembros de la pareja. Mientras uno se enriquece con la relación, el otro se ve visiblemente disminuido. Y es que no todas las partes dan lo mismo.

Una de las variables de este tipo de relación es en la que uno de los dos sigue adelante en su crecimiento y evolución, mientras el otro continúa siendo el mismo. "Si tras una cantidad de solicitudes y suplicantes esa persona no avanza y entra en movimiento, es posible que su pareja, que en un principio se ha visto cautivada, se sienta atrapada y decida seguir adelante sola", señala la psicóloga Randi Gunther, a la revista Psychology Today.