Estos alimentos tienen efectos similares a los del tabaco y el alcohol.
Chocolate y otros alimentos que actúan como drogas. Delicias de las que no se puede prescindir. Populares platos como la pizza o las papas fritas desencadenan los mismos mecanismos en el cerebro que producen las drogas.
Esta es la conclusión de un largo estudio de la Universidad de Michigan que acusa a snacks, aperitivos y este tipo de menús de convertirnos en esclavos.
Anteriores análisis con animales han demostrado que ciertos alimentos con carbohidratos añadidos y grasas refinadas, como la harina blanca y el azúcar, son capaces de desencadenar conductas similares a la adicción. Ahora los expertos estadounidenses han sido capaces de mostrar cómo algunos productos altamente procesados hacen que el cerebro humano sienta placer.
Las delicias más sabrosas desencadenarían fenómenos cerebrales similares al consumo de tabaco, alcohol y drogas. Por eso indican que hay que reducir su consumo porque es difícil de detener cuando se empieza a comer.