La morocha fue una de las 8 finalistas en Showmatch y antes de instalarse en Carlos Paz para hacer temporada de verano, desafía a todos.
Miren qué curioso: cuando va de compras al supermercado o aparece en la farmacia de su barrio, le dicen que se parece mucho a Celeste Muriega. Claro, la gente está desacostumbrada a cruzarse con famosos del Bailando mientras hace las cosas de todos los días, por eso da por hecho de que no se trata de la bailarina. Pero ella los sorprende: “Soy yo y sin tuneo”, bromea ante los comentarios. Así, simple y simpática, se mostró desde la pantalla en cada gala de ShowMatch. Mientras celebra que cumplió su sueño de participar en el Bailando, la novia de Alejo Clérici muestra sus curvas, brinda detalles de su relación con el amigo de Diego Maradona y se animó a hablar de Juana Viale. Llegó para quedarse y pisa fuerte. ¡Avanti, morocha!
–¿Cómo vivís este presente profesional?
–Es re loco. Nadie apostaba por mí, ni siquiera yo. Creo que ir al teléfono contra Juanita Viale marcó un antes y un después. El hecho de ganarle, sentir el cariño de la gente, y que el público pueda ver lo que yo quería mostrar, que era bailar. Podría haber tenido miles de caminos rápidos para estar o ser noticia del momento, o aprovechar las cosas que sé de Diego Maradona, o pelearme con Vero Ojeda. Pero no era el camino que quería para mi carrera. Preferí mostrar lo que sé hacer.
–¿Por qué no te tenías fe?
–Es que era la campaña de Mirtha Legrand, el ejército Legrandezco, contra los simples panfletos de mi papá que empapeló todo Haedo. Por ejemplo, ploteó la camioneta. Paseó con megáfono. Se la recontra jugó. Mis viejos siempre me bancaron en esto, desde que nací. Ellos me inculcaron el baile.
–Siempre te dejan para lo último, y a veces no llegaste a bailar. La situación, que al principio te enojó, se volvió graciosa.
–Eso ya es parte de la previa. Al principio el desgaste me hacía terminar con ganas de irme a mi casa, pero si sabes dar vuelta las cosas, algo negativo termina convirtiéndose en positivo. A la gente le empezó a interesar si bailaba o no.
–¿Cómo es la relación con tus compañeros?
–Buena. Entre nosotros hay cero envidia, siento mucho compañerismo, como no percibí en otras ediciones. Ideas del Sur es una familia, uno pasa más tiempo ahí que en su casa. Además de llevarme esta experiencia hermosa, ahora voy a tener trabajo en Carlos Paz, donde se viene la temporada y nos acoplamos a la obra de Lizy Tagliani...
–¿Mirtha Legrand te invitó a comer?
–Una vez, pero me encantaría que me invite después de eliminar a Juanita. Estoy haciendo campaña con muchas ganas de ir a comer a su programa.
–¿Creés que esté enojada porque sacaste del certamen a su nieta?
–No creo. Es un concurso y todos quieren ganarlo. No tengo nada en contra de ella, pero cuando Juanita dijo que yo lloraba por todos los programas y que tenía lágrimas de cocodrilo no estuvo bueno, porque nunca hablé mal de ella, porque no la conozco, y ella no conoce mi historia de vida y lo que me costó todo. Ahí se equivocó.
–En cuanto al amor, tenés una relación a distancia con Alejo Clérici.
–Hace más de un mes y medio que no nos vemos. Hay momentos en la vida, y este es el momento de ambos para crecer. Él está trabajando con Diego Maradona y le está yendo muy bien. Los dos pensamos en estar juntos el día de mañana y disfrutar todo lo que estamos consiguiendo ahora. No va a faltar oportunidad. Me ha invitado a Londres, a Marruecos, a Dubái y a Roma, pero no pude ir a ningún lado por los tiempos del certamen y por los ensayos. Esperé mucho esto como para desperdiciarlo. Alejo viene en diciembre y me lo llevo a Carlos Paz.
–¿Cómo mantienen el contacto a la distancia?
–El sabe todo de mí, estamos todo el tiempo en contacto. Si hago producción le mando fotos, me ayuda a elegir un vestido para algún evento, no se pierde nada. Está en los mínimos detalles aunque viva lejos. ¡Hasta cuando se me rompe el auto me manda a alguien!
–¿Hay planes de casarse?
–Siempre hay planes a futuro. Tengo muchas ganas de verlo, estoy ansiosa. Hay planes de casamiento, de tener hijos, de armar una familia. Pero todo para el día de mañana, en un futuro, porque a la distancia no se puede.