Testigos del juicio señalaron que el imputado ya había cometido actos violentos contra la víctima y otras ex parejas.
Este lunes, en diálogo con Noticiero 7, dos testigos del juicio por el asesinato de Johana Córdoba manifestaron que el imputado, Gabriel Iñíguez, ya tenía antecendentes de violencia contra la víctima y otras ex parejas que tuvo.
Una de las testigos fue Julia, quien contó que, unos meses previos al asesinato, Johana volvía de Beltrán en moto e Iñíguez la interceptó, por lo que ella -asustada- corrió hasta la casa de Julia, a unos pocos metros. "Salgo y le pregunto 'qué pasa' y ella me dice 'me quiere pegar'; él intenta entrar y yo le digo 'ni se te ocurra pasar'. Finalmente no pasó y antes de irse le gritó 'esto no va a quedar así'", relató la mujer.
Asimismo, Julia comentó que su hija vio todo y le dijo: "Gabi la empujó de la moto a la Johana y ella gritaba hasta que no gritó más. ¿Será que la mató?", se preguntaba preocupada por lo que veía.
Otra de las testigos que reveló conductas violentas de Iñíguez es Elena, hermana de una ex pareja del imputado. "Con mi hermana salía al mismo tiempo que con Johana. Ellas eran amigas", manifestó la joven, y agregó que "los maltratos de él" llevaron a que se termine esa relación.
En ese sentido, Elena fue contundente y manifestó: "Hubieron varias agresiones de Iñíguez a mi hermana".
A su vez, la testigo narró que cuando mataron a Johana, su hermana fue a su casa el 24 de enero de 2012 a comentarle lo que Iníguez le había dicho el fin de semana anterior al martes. La había advertido que "cuando él la mate a Johoana y ella no iba a visitarlo a la cárcel, salía y la mataba a ella tambien".