Al borde de la desesperación, desanimado, el “despistado” le consultó al encargado de la playa de estacionamiento, y éste la devolvió tal como la había encontrado. Le ofrecieron una recomensa y no aceptó. El gesto que demuestra que los buenos modales no se han perdido.
“Buenas tardes, me comunico porque quiero resaltar el enorme gesto que tuvo ayer el encargado de un estacionamiento de motos”, comienza relatando la mujer del hombre que perdió la billetera.
Según comentó la mujer, el “despistado” había perdido la billetera al descender del vehículo. En ella contenía una importante suma de dinero, más documentación del mismo, y tarjetas de crédito.
Al darse cuenta de que su bolsillo estaba vacío, el hombre volvió por todo el camino que había recorrido desde el estacionamiento hasta el microcentro de la ciudad.
Miró a todas partes, preguntó a todas las personas con las que había hablado; buscó por todos lados, pero la billetera no aparecía.
Y llegó el triste momento de aceptar su pérdida, con todo lo que eso conlleva. Hasta que volvió a la playa sin nombre ubicada sobre calle Libertad, entre Belgrano y Absalón Rojas y mientras se disponía a tomar su moto para volver a su hogar, le consultó al joven muchacho si había visto por alguna casualidad una billetera, sin ánimos, a punto de resignarse; y la sorprendente respuesta le devolvió la sonrisa.
“En estos tiempos difíciles, donde te matan por dos pesos y te roban todo, uno pierde la esperanza de que estas cosas pasen”, destaca la mujer, quien además agregó que el joven no quiso recibir recompensa de ninguna manera.
La actitud este muchacho es un claro ejemplo de que todavía existen personas humildes, sencillas, trabajadoras, y “de corazones grandes como una casa”, finaliza la señora.