La morocha se luce cada noche en la conducción de Sumá miles de pesos, el ciclo de juegos telefónicos. Dueña de una silueta privilegiada, no revela el nombre de su novio pero dice que su pareja funciona sin convivencia.
Dicen que, antes de ir a dormir, no hay nada más sano y relajante que perder la mirada en el cielo. Es un ejercicio que ayuda a dejar atrás las tensiones cosechadas durante todo el día: buscar nubes, contar estrellas, despejar la mente y pensar. Pero bueno, si el lector no cuenta con una ventana o salida al exterior, vale la pena sintonizar Canal 13 y buscar los ojos de Maribel Fernández (28). En ese caso, no dará con el negro de una noche cerrada y melancólica, sino con el celeste claro y luminoso de un día lleno de aventuras. La morocha es conductora del ciclo Sumá miles de pesos, que se emite por la pantalla del solcito después de que terminan Tinelli y En síntesis. Recibe una pantalla caliente, y ella mantiene la temperatura gracias a sus impactantes curvas. Está de novia, pero no quiere contar quién es el hombre que roba sus suspiros. “No quiero hablar de él, me reservo lo que es mi intimidad”, dice, enigmática. Pero una vez que comienza la charla con Paparazzi, de a poco comienza a soltar prenda de lo que se esconde un poco más allá de su corazón…
–Seguís firme con el programa de la trasnoche…
–Sí, ya llevo cuatro años y me encanta trabajar a la madrugada. Primero estuve dos años en Magazine, y ahora en El Trece. Los sábados salgo a las 4 de la mañana del programa, y a veces empalmo con una salida. Pero generalmente es salir a cenar, algo tranqui.
–¿La conducción es a lo que apuntás en tu carrera?
–Es lo que me encanta hacer. Me gusta mucho la conducción y quiero seguir por ese lado y aprendiendo.
–Y otra de las cosas que te gustan es viajar…
–Sí, este año viajé mucho por trabajo, pero también por placer. De hecho estuve hace poco en Miami, donde pasé mi cumpleaños, y fue re lindo. ¡Además, hice shopping!
–¿Te irías a vivir al exterior?
–Sí, me estoy planteando la idea de irme a probar suerte al exterior. Estoy estudiando inglés, y me gustaría mucho irme a vivir a Nueva York o a Miami. Estaría bueno ir a ver qué onda con mi carrera como modelo y conductora. ¡Y cambiar de aire siempre viene bien!
Qué bien se te ve. La modelo lleva años cuidándose tanto con la alimentación como en su rutina de ejercicios. Si bien suele darse algún gustito con las comidas, Maribel no deja de entrenar para estar en forma. ¿El secreto? Ella lo revela: “Estoy entrenando mucho y ahora probando una gimnasia nueva que se llama electrofitness. Eso es una rutina normal de ejercicios combinada con electroestimulación, dos veces por semana, y dos días de personalizado”, cuenta.
–De un hombre, ¿qué te atrae?
–En esta etapa de mi vida me seduce que me hagan reír, que sean caballeros y me dejen ser. ¡Porque soy súper independiente!
–Propuestas no te deben faltar…
–No, con ocho años trabajando en tele ya no me llegan propuestas. Cuando era más chica aprendí a pasar esas situaciones, y ahora no recibo más ese tipo de mensajes. Por otro lado, sí está muy de moda que te escriban por redes sociales. Hay mucha gente que sigue el programa y me hacen compañía a la madrugada, siempre con buena onda.
¡No quiero! Esa es su respuesta en relación con el matrimonio. Porque lejos de pronunciar el famoso “Sí, acepto”, Maribel deja en claro que no es la típica chica estilo Susanita que sueña con todo color de rosa en el amor. Por el contrario, y tras una relación de tres años con su pareja, ella sigue optando por vivir en casas separadas. ¡Chica moderna y libre!
–¿Aún estás en pareja?
–Sí, estoy de novia desde hace mucho tiempo, pero vivo sola.
–¿No conviven?
–No. Sigo viviendo sola, y feliz (se ríe). Así vivo desde hace tres años y quiero seguir de esta manera.
–Después de años de relación, ¿ni siquiera hay planes de ir a compartir juntos un techo?
–Por el momento no, cada uno en su casa.
–O sea que de casamiento ni hablar…
–No, no quiero casamiento, prefiero un novio que me dure para siempre. No quiero casarme de blanco, nunca soñé con eso. Así estoy bien, de novia. Como Marcelo Tinelli y Guillermina Valdés, a un piso de diferencia está bien, ja, ja…
–¿Tu novio a qué se dedica?
–Prefiero no dar más datos sobre él…
–En esa soledad de tu hogar, ¿cómo te llevás?
–Trato de ser ordenada. Me gusta poner toda la ropa por color, pero cuando salgo… ¡tiro todo! ¿Cocinar? La verdad es que suelo hacerlo por mi dieta, pero si no a casa viene muy seguido delivery.
–Sos muy independiente, por lo que contás.
–Nunca me gustó depender de nadie. Logré tener mis cosas trabajando desde los 18 años, y en este medio, que es muy difícil. Soy una remadora de mi trabajo. Y siempre fui por un camino manteniendo mi bajo perfil y sin escándalos. Y cada nota que me hicieron fue por los programas en los que he estado.
–¿Siempre te sentiste linda?
–En realidad, a los 13 años ya tenía bastante de lolas y los chicos me miraban. Me daba cosa porque era muy menudita, chiquita, re flaca. Después, de más grande, me operé y me puse un poco más porque quería agrandarlas. Como era muy flaquita, con piernitas flacas, comencé a entrenar y hacer aparatos… Y así logré sacar cola también.
–Si te vas al exterior, ¿qué trabajo te gustaría hacer?
–Creo que lo más fácil puede ser por el lado de la conducción, como un Call TV, o algún programa de entretenimientos. Estoy estudiando inglés, pero en México también estaría bueno. Otras de las cosas que me gustaría hacer allá es actuar.
–¿Te animarías a hacer un desnudo para la ficción?
–Sí, me encantaría. Cuando empecé a trabajar en el medio hice fotos para revistas de hombres, pero ya no lo volvería a hacer, no iría por ese camino.
–En el caso de hacer un desnudo… ¿qué galán elegirías?
–A Zac Efron, porque miro mucho el abdomen del hombre. Me atrae eso, y él lo tiene súper marcado… ¡me encanta!