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La cigüeña que viaja 13 mil kilómetros desde hace 22 años para ver a su pareja que no puede volar

La imagen fue tomada en Croacia, a donde viaja desde Sudáfrica mostrando un de los encuentros más conmovedores del reino animal.

18/04/2018

Las cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), como lo son Malena y Klepetan, son aves monógamas y, por lo tanto, se emparejan una vez para toda la vida, lo que significa que pueden mantener relaciones durante varias décadas.

Cada primavera europea, a finales de marzo, en el tejado de una de las casas de Brodski Varos, un pequeño pueblo de Croacia, tiene lugar uno de los encuentros más conmovedores del reino animal: el de la pareja de cigüeñas integrada por Klepetan y Malena, que mantienen una estrecha relación desde hace 16 años.

Este momento, que esperan ansiosos cada año los habitantes del enclave y numerosos medios de comunicación, acontece después de un largo viaje de Klepetan, que recorre más de 13.000 kilómetros desde Sudáfrica hasta Croacia para ver a su amada, incapaz de volar desde hace 22 años, cuando un cazador italiano rompió una de sus alas.

Malena no ha vuelto a volar desde el trágico accidente pero le basta con la visita de su amado, que pasa con ella unos cinco meses al año, para levantarse cada día con ganas de vivir. No obstante, cuando Klepetan no está es Stjepan Vokic, un antiguo granjero y conserje de escuela, quien se encarga del cuidado de Malena y de sus crías.

Las cigüeñas blancas (Ciconia ciconia), como lo son Malena y Klepetan, son aves monógamas y, por lo tanto, se emparejan una vez para toda la vida, lo que significa que pueden mantener relaciones durante varias décadas.

A lo largo de estos 16 años repletos de amor, Malena y Klepetan han criado a más de cincuenta polluelos pese a la distancia que les separa, que pareció, el año pasado, ser suficiente para impedir que se volvieran a ver.

Un año más, Vokic, ahora jubilado, ha sido testigo del entrañable reencuentro que le da a él unos meses de descanso, pues Malena no necesitará su ayuda hasta el próximo mes de Agosto, cuando Klepetan emprenda de nuevo el viaje hacia el continente africano en busca de calor.

Durante el resto de meses del año es Vokic quien, además de proporcionar a las cigüeñas de su tejado hasta 10 kilos de pescado al día, se encarga del buen estado del nido y de sus accesos, así como del mantenimiento de la ingeniosa pasarela que él mismo construyó para que Malena pudiese llegar cómodamente al nido de su tejado.