El delantero de la Juventus pasó a visitar al cuerpo técnico y a su ex club.
De sorpresa, Paulo Dybala llegó a La Agustina, que pertenece a Instituto de Córdoba, a visitar el predio que lo vio nacer, la pensión en donde vivió y hasta se animó a entrenar con el plantel de primera.
La cuarta estaba jugando con Atlético Rafaela y la primera entrenaba bajo las órdenes de Dario Franco preparándose para seguir con la pretemporada en Balcarce.
En silencio, llegó él. Se fue al vestuario, se preparó como uno más y pidió el cambio. Paulo Dybala volvía a pisar La Agustina. “Quería compartir unos minutos con Dario que se lo había prometido y vine de sorpresa”, declaró Paulo.
“Es algo hermoso volver, fue donde empecé, crecí y volver con gente que estaba acá cuando me fui y compartirlo con ellos es algo único”, agregó.
La gente comenzó a llegar cuando se enteró que el ídolo estaba de nuevo en su lugar. Desde los más chicos hasta los más grandes no podían creer que el niño mimado de Instituto volviera por unos minutos a vestir la roja y blanca.
Paulo saludó al plantel, habló con Dario Franco y recorrió el predio. “Es un lugar que me trae muchos recuerdos, aprendí mucho, es un lugar con buena energía siempre”, cerró Paulo.
A casi un mes del centenario de la Gloria, le dejó un gran mensaje a la institución: “Contento de formar parte de la historia de este club, una institución con buena gente, con una hinchada increíble la gente que apoya en todo momento y ser parte de la historia de este club es algo muy lindo”.