El ex obispo de Añatuya fue parte de la asunción de José Luis Corral como obispo coadjutor de Añatuya. Recordó su paso por esa ciudad y el cariño de los santiagueños.
La Iglesia santiagueña vive horas especiales tras la asunción de José Luis Corral como obispo coadjutor de Añatuya.
El religioso cordobés fue designado por el Papa Francisco para acompañar en la tarea pastoral a José Melitón Chávez en la Diócesis de Añatuya.
La ceremonia contó con la presencia de numerosos religiosos, entre ellos Adolfo Uriona, ex obispo de Añatuya. “Es un momento de gracia único para Añatuya”, aseguró, y recordó con afecto y nostalgia su paso por la ciudad del departamento Taboada. “Santiago no tiene riendas, pero ata, y Añatuya es Santiago”, agregó Uriona.
El ex titular de la Diócesis de Añatuya aseguró que “en Santiago hay un afecto especial en la gente”, y dijo que conversó con José Luis Corral sobre sus vivencias en Añatuya. “Llegué ayer a Añatuya y conversamos algunas cosas de lo vivido y las características del pueblo”, sentenció.