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Opinión y Actualidad

Sarmiento: reflexiones sobre quien fundó las bases de la educación en nuestro país

"La docencia es un estilo de vida, una forma de trascender en la vida de los alumnos, porque una mente ávida de conocimientos, a veces necesita de la iluminación de un ingenio que la proyecte más allá de la noche de ignorancia, hacia los confines de una vida plena".

11/09/2019

Por el profesor Diego Curet, especialista en historia argentina

“Fue la lucha, tu vida y tu elemento;

la fatiga, tu descanso y calma;

la niñez, tu ilusión y tu contento,

la que al darle el saber le diste el alma”.

El 11 de septiembre se celebra el Día del Maestro, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, al cumplirse un aniversario más de su paso a la inmortalidad. Muchos recordarán que la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas, celebrada en Panamá en el año 1943, resolvió declarar el 11 de septiembre como Día del Maestro para todo el continente americano, precisamente en homenaje a quien fuera el precursor de la educación en nuestro país y que muriera en 1888

Sin duda alguna, esta loable profesión, muchas veces considerada como irrelevante, cumple una función primordial en el seno de la sociedad, ya que introduce a nuestros niños a una vida en comunidad y presupone cimentar su futuro en valores esenciales y saberes que le servirán para desarrollarse como persona en un contexto de nación.

Seguramente, todos recordamos aquella “señorita” que nos enseñó las primeras operaciones matemáticas y nos ayudó a escribir, a leer, a viajar cómodamente en las alas de los cuentos, a fantasear con mundos maravillosos en las páginas de los libros de ciencias o simplemente a buscar nuestra identidad como argentinos en las marcas del pasado y de la historia, o simplemente, aquella que nos marcó un límite con un llamado de atención.

Esta visión del maestro, se inspira en algunos aspectos de la vida de Domingo Faustino Sarmiento, cuya figura se erigió sobre la idea de no que faltaba nunca a la escuela, de que era un alumno aplicado aún en los días de lluvia en su vieja San Juan, idea que creó el mito en torno al maestro. Pero además, se desempeñó como escritor, político, docente, periodista y militar. Fue gobernador de la Provincia de San Juan en el año 1862 y hasta 1864, luego llegó a la presidencia de la Nación en el período comprendido entre 1868 – 1874, y fue Senador por su provincia entre 1874 y 1879 y Ministro del Interior en 1879. Cargos que marcaron su gestión como educador.

Y si hablamos de gestión, se puede tomar como referencia que impulsó la Ley Orgánica de Educación Pública (que imponía la enseñanza primaria obligatoria y creaba escuelas para los diferentes niveles de la educación); creó numerosos establecimientos educativos entre los que se encuentran la Academia de Ciencias, la Biblioteca Nacional de Maestros, la Universidad Nacional de San Juan, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y el Observatorio Astronómico de Córdoba.

Su lucha por la educación en Argentina se puso en evidencia cuando consiguió triplicar la población escolar en nuestro país, hecho que le generó detractores y opositores a sus ideas innovadoras en la educación, lo que lo llevó a crear su propia escuela en Pucará. Allí se enamoró de una alumna con la cual tuvo una hija.

El transitar por la literatura fue del mismo tenor. Creó el diario El Zonda, donde explicitó su ideología unitaria y su inclinación natural al rechazo de las formas de gobierno que impulsaba otra figura emblemática de la historia argentina, Juan Manuel de Rosas, de quien fuera un crítico severo.

Sus libros más importantes fueron “Facundo o Civilización y Barbarie” y “Recuerdos de Provincia” a los que se suman otras obras referidas a la educación como “método Gradual de Enseñar a leer el castellano”; “Memoria sobre educación Común” y “Las escuelas, base de la prosperidad”.

Todo 11 de septiembre, debe servir para recordar al prócer y su empeño por impulsar la educación de un país y para homenajear la labor dedicada y paciente de la profesión docentes.

Profesión que, con desvelo, construye el futuro de toda una generación, brindándole oportunidades de conocimiento y apertura de saberes en un contexto social.

La docencia no es una profesión más, tampoco es una profesión cualquiera, es un estilo de vida, una forma de trascender en la vida de los alumnos, porque una mente ávida de conocimientos, a veces necesita de la iluminación de un ingenio que la proyecte más allá de la noche de ignorancia, hacia los confines de una vida plena.