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Ramón "Piki" Gramajo, el repaso por su gran carrera y el emotivo recuerdo de su hijo

El ex futbolista recordó su extensa y exitosa trayectoria con el siempre emocionante homenaje a Joaquín, fallecido en un accidente en 2014.

01/06/2020

El viernes 17 de octubre de 2014 Ramón “Piki” Gramajo recibió el peor golpe de su vida. Joaquín, su hijo y figura de Güemes, perdía la vida en un accidente de tránsito.

Sin embargo, como siempre lo hizo dentro de la cancha, Piki la sigue peleando junto a su familia, con el dolor a cuestas.

El experimentado ex futbolista, fue uno de los reconocidos jugadores que dio el fútbol de Santiago del Estero, con 20 años de trayectoria vistiendo las camisetas de Central Córdoba, Mitre, Güemes, Comercio, Sarmiento, Central Argentino, Sportivo Fernández, Ñuñorco de Tucumán y Social Pinto, entre otros.

Con el pelo corto, con un look distinto, pero cómodo como en el patio de su casa, en el estadio "Raúl Seijas", Piki accedió a un mano a mano imperdible con Diario Panorama en el que recordó su brillante trayectoria como futbolista, pero siempre con el recuerdo vivo de Joaquín, con quien tuvo el placer de compartir cuatro años como compañero.


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Una larga trayectoria que comienza aquí, en esta cancha...

“Me vienen muchos recuerdos, comencé aquí, jugué hasta los 38 años, fueron 20 años de trayectoria así que siempre voy a estar agradecido a Comercio. Arranqué en el año 91 esta carrera que fue bastante larga y linda. Pasamos cosas lindas y también malas. Justamente el año que me toca debutar descendemos. Había grandes en el equipo pero cuando se descendió quedaron los chicos, enfrentamos a equipos duros, y como decimos con los compañeros de ese momento, ahí nos hicimos hombres”


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¿Cuál es el secreto de tantos años de vigencia?

“En cada club que fui hice amigos y tuve la suerte de ser en la mayoría capitán y referente, eso uno se lo fue ganando. Antes había un solo equipo de Santiago en el Torneo del Interior y tenías que andar bien en tu club para que te llamen, no era fácil. Hoy tenemos a Central Córdoba en la Superliga, a Mitre en la Primera Nacional, a Güemes en el Federal A y ocho equipos en el Torneo Regional, hay muchas posibilidades para los chicos, por eso siempre le decía a Joaquín, si no juegas ahora, retirate del fútbol y dedicarte a laburar.

Cómo arrancaste en Comercio…

“Todas las inferiores las hice en Comercio, después me alejé, tenía 14 años y andaba deambulando jugando en el barrio. Hasta que un día mi compadre, César Pierone me trajo aquí y me dijo vos tienes que jugar”

Tuviste la chance de jugar con Joaquín y festejar...

“Tuve la suerte de compartir con mi hijo aquí en el club y poder conseguir el ascenso a Primera. Jugamos juntos también en Ñuñorco (Tucumán) y en Sportivo Fernández. Galucci me recomendó y lo llevé a Joaquín, lo presenté como mi hermano para que no digan que era grande (risas). Lo hicieron quedar e iba a jugar como titular él y yo iba a estar en el banco. Pude jugar cuatro años con él, tres torneos Argentino B y fue algo hermoso. Creo que Dios me dio un tiempo tan corto con él que pienso que fue para disfrutar de todo esas cosas lindas. Siempre la gente y sus amigos están recordándolo y uno siente esos mimos y ese cariño. Una pérdida como esa, tan grande, fue tremenda para nosotros. Seguimos en la lucha, es una lucha eterna creo yo hasta que Dios nos lleve. Justo sucedió en el mejor momento de él, tenía todo acordado para sumarse a Temperley, que estaba en Primera y habían llegado ofertas también de Colombia, pero se cruzó el destino y nos tocó eso. Tengo los mejores recuerdos de mi hijo”.

Vos jugando de 5 y él de 10, imagino que alguna puteadita hubo...

“Si siempre (risas), a la tercera pelota que perdía Joaquín lo puteaba, teníamos al Gringo Asili como entrenador y hasta mi señora me reclamaba en casa, ‘como le vas a decir así’ escucharon todos’. Una vez tuve un cruce con el Negro José Juárez que fue a chocarlo a Joaquín y el Gringo me sacó del entrenamiento. Siempre hablábamos de fútbol e iba a verlo y cuando le marcaba algo me decía, ‘papi que crees que soy Messi’. Siempre le decía que el paso por el fútbol es corto y tiene que aprovecharlo, sobre todo ser buena persona, porque todo pasa y queda la persona. El cariño es impresionante, de familias que hasta el día de hoy nos visitan en casa por Joaquín. Que daría con esto que pasé con mi hijo poder jugar. Sería un cable a tierra tremendo, volver a vivir eso sería maravillosa. Hay que vivirlo y yo lo hice con el alma, antes se jugaba por la camiseta”.


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Alguna anécdota que recuerdes...

El último Torneo Argentino que jugué con Comercio fuimos 22 jugadores en una combi que se echó a perder en Las Termas. Luego subimos en una camioneta de Di Pietro (padre de Sebastián), imaginate como íbamos. Llegamos a Concepción de La Banda de Río Salí. Nos cambiamos casi sin tiempo, sin calentamiento previo, la cancha estaba llena. Comenzamos ganando con gol del Indio Medina y después nos empata Rivero. Nos fuimos aplaudidos porque la gente había visto como llegamos.

Por último dejanos un mensaje...

Para conseguir algo en la vida el sacrificio tiene que estar, como lo que me toca vivir hoy a mi. Hay que plantearse metas y tratar de llegar. Siempre habrá piedras en el camino, pero hay que ir para adelante, no es fácil, en el fútbol tampoco, porque todos quieren jugar y son once los que entran.