La Dra. Paola Reichel y el Dr. Leandro Gamba, profesionales del Cepsi, estuvieron en Noticiero 7 para explicar el "legado de Maiztegui".
Ante la llegada del nuevo coronavirus Covid-19 al país, el tratamiento más prometedor para combatir la enfermedad es el de la donación de plasma. ¿Podría convertirse en una solución definitiva? La Dra. Paola Reichel y el Dr. Leandro Gamba estuvieron en Noticiero 7 para explicar el "legado de Maiztegui".
Mientras en todo el mundo se prueban fármacos y opciones terapéuticas, una de las que surgió como alternativa segura es el uso de plasma de convalecientes en pacientes que estén cursando cuadros moderados o graves de la enfermedad.
La Dra. Paola Reichel explicó que, "el procedimiento de la transfusión de plasma de paciente convaleciente significa que mediante un procedimiento médico se separa la parte sólida de la líquida de la sangre, se supone que los pacientes que han tenido una infección por coronavirus desarrollan defensas que van a quedar en el plasma, ese plasma al extraerse mediante un procedimiento que se llama plasmasferesis, se puede guardar y congelar para ser utilizados en pacientes que están en proceso de coronavirus, que están teniendo necesidad de respiradores, o que se están agravando. De esta manera le damos una inmunidad pasiva, el plasma ataca al coronavirus y el paciente se mejora sustancialmente".
Acerca del periodo de desarrollo de la enfermedad para colocar el plasma dijo que "la indicación por protocolo es cuando el paciente está empeorando, se coloca a los pacientes que uno prevé que la oxigenación está bajando, que los índices de la respiración están empeorando y por lo tanto el plasma, que tiene los anticuerpos, ayuda a los pacientes a no empeorar su enfermedad y a no destruir sus pulmones".
Con respecto a si el paciente se recupera de manera inmediata expresó: "Todo lo que refiere a coronavirus es nuevo, pero sí, se está viendo que muchos pacientes que reciben el plasma, salen más rápidamente del proceso que tienen activo".
"Los pacientes que son posibles donantes de plasma son los convalecientes, pero no los que estuvieron en terapia intensiva, respirados, ni los que necesitaron transfusiones. También es necesario que hayan pasado 28 días de haber finalizado su cuadro de coronavirus y que tenga dos estudios PCR negativos, a parte como todas las leyes de transfusion, no tienen que haber tenido hepatitis B ni C, ni haberse hechos cirugías ni tatuajes en el último año", aclaró.
Según explicó, "el plasma se venía trabajando hace mucho tiempo con el ébola, el SARS, el MERS y la fiebre hemorragica Argentina, es una gran esperanza para todos".
Por su parte el Dr. Gamba habló del legado de Maiztegui y dijo que "lo interesante de todo esto en medio de tanta incertidumbre es saber que hace más de 50 años en la Argentina se utiliza la transfusión de plasma de pacientes convalecientes para tratar una afección viral, nos debería dar un poco más de esperanzas".
Sostuvo además que "la lucha la vamos a ganar entre todos, lavándonos las manos, con la distancia social y siendo todos cada día un poco más responsables".
¿Santiago puede llevar a cabo este trabajo? Reichel contestó: "Los profesionales están, lo que no está es el equipamiento".
Un dato importante sobre el mismo es que "de cada paciente uno saca 700 milímetros de plasma, que le puede sacar dos veces en la semana, eso sirve para tres pacientes graves. Entonces una persona que es donante de plasma post-coronavirus ayudaría a muchas personas".
Como buena noticia, Gamba anunció que el Ministerio de Salud de la Provincia está analizando ofertas de equipamiento para poder avanzar en la compra.