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Coronavirus: por qué Argentina podría estar entre los primeros países en recibir una vacuna

Crecen las expectativas de los especialistas tras confirmarse que harán pruebas en nuestro país para buscar la cura contra el Covid-19.

12/07/2020

Luego de que las autoridades de las farmacéuticas BioNTech y Pfizer confirmaran que la Argentina es "una de las ubicaciones a nivel global" elegidas para probar una vacuna contra el coronavirus, empezaron a crecer las expectativas de ser uno de los primeros países en recibir las dosis iniciales.

Mientras se espera el comienzo de los estudios clínicos que se realizarán en suelo nacional a partir de agosto, el infectólogo Fernando Polack, director científico de la Fundación Infant y encargado de llevar adelante la investigación principal de los ensayos vacunatorios en nuestro país, contó qué beneficio podría llegar a generar ser parte de las pruebas de una posible cura contra el Covid-19.

"Estos ensayos muchas veces abren la puerta a que los países participantes aumenten sus chances de acceder lo antes posible a las vacunas. Estamos orgullosos de que la comunidad científica en Argentina tenga un papel clave en los esfuerzos de investigación global y en la lucha contra el virus", le dijo Pollack al diario Clarín.


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"Tradicionalmente, los países que tienen el privilegio de participar en testeos de esta naturaleza tienden a recibir remesas de vacunas con prioridad. Ese es el deseo de todos los que participamos en ensayos", agregó luego en una entrevista con Página 12 y tras consumar una reunión informativa con el presidente Alberto Fernández y el gerente general de Pfizer, Nicolás Vaquer, en la Residencia Presidencial de Olivos, este último viernes.

Cabe destacar que los estudios clínicos se realizarán únicamente en el Hospital Militar Central, ubicado en el barrio porteño de Palermo, a partir de los primeros días de agosto (sujeto a la aprobación de la ANMAT). Esos ensayos están pensados para personas mayores de 18 años que no estuvieron expuestas al Covid-19, ya que el propósito de la vacuna es prevenir la enfermedad generando altos niveles de anticuerpos.

"Para hacer esto con el profesionalismo debido, no podemos diversificar centros de operaciones. Debemos facilitar el acceso de los seleccionados, que serán miles, a nuestra base programática en el Hospital Militar Central", señaló el encargado de llevar adelante la investigación.

De todos modos, más allá del optimismo de cara a una eventual facilitación de las primeras dosis -en caso de que funcionaran, claro-, Polack aclara: "Ninguna compañía tendrá la capacidad inicial de producir vacunas para proteger a toda la población, y ni siquiera la capacidad inicial de cubrir cualquiera de los países participantes por entero. Por esto es que la Organización Mundial de la Salud ha confeccionado guías que permitan ordenar prioridades en los grupos a vacunar".


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Cabe señalar que algunas de las razones por las que las farmacéuticas eligieron a la Argentina como punto para ensayo de las vacunas contra el coronavirus tienen que ver con que "la situación epidemiológica permite hacer testeos en el contexto de circulación viral en la comunidad" y con que nuestro país es uno de los que cuenta "con una gran historia de desarrollo en la investigación científica y médica en particular", tal como indicaron desde Pfizer.

Asimismo, si bien trascendió que aún no hay un número específico de dosis planificado a disposición de la Argentina, a nivel global se prevé que para fines de este año sí se desarrollen alrededor de 100 millones de dosis y cerca de 1,2 billones para finales del 2021.

Cómo se desarrolla una vacuna

En condiciones normales, el proceso de investigación, desarrollo, aprobación y comercialización de una nueva vacuna demanda más de 5 años, puede llevar más de una década, y hay casos, como en VIH, en el que pese a los múltiples esfuerzos, todavía ninguna fue aprobada (aunque una ya está en la última fase de estudio).

Pero ante la situación extraordinaria abierta por la pandemia de coronavirus, se espera que los tiempos se acorten. El consenso entre la mayoría de los expertos es que, en el mejor de los casos, podría demandar de 12 a 18 meses.

Desde que se conoció en enero la secuencia genética del virus, grupos de científicos en universidades, institutos de investigación, laboratorios biotecnológicos y compañías farmacéuticas multinacionales se abocaron a la tarea de desarrollar una vacuna contra el SARS-CoV-2.

Una de las dificultades que enfrentan es que no hay ninguna aprobada para otros coronavirus, pero algunas iniciativas reflotaron proyectos que habían quedado truncos luego de que se resolvieran los brotes provocados por SARS y MERS, integrantes de la misma familia.