El ladrido incesante puede deberse a factores ambientales, emocionales o físicos.
El ladrido es fundamental para la comunicación de los perros con las personas y con otros perros: tiene un sentido biológico. Pero cuando tu mascota ladra demasiado, puede alterar la armonía de la casa y traerte problemas con los vecinos.
Ellos pueden ladrar o aullar por una serie de razones:
Disposición de agua limpia y fresca: este puede ser uno de los motivos por el que un perro ladre repetidamente, ya que necesita hidratarse.
Evitar que se sienta solo: es otra posible causa del ladrido, si tiene miedo o muestra ansiedad. Los canes son animales sociables y sociales, por lo que si pasan la mayor parte del tiempo solos, sufrirán.
Proporcionar juegos y juguetes: otro de los motivos más comunes por los que un perro puede ladrar es porque se encuentre aburrido y quiera atención. Se aconseja tener una rutina de juegos para evitar que ladre porque se siente solo.
Tener una rutina de ejercicio: de esta manera, el animal se cansa tanto a nivel mental como físico, consiguiendo así que reduzca el ladrido excesivo. Los perros deben ejercitarse o ser paseados diariamente, al menos media hora, pues a partir de los 30 minutos de realizar estas actividades comienzan a liberar serotonina, lo que les genera una sensación de placer y tranquilidad.
La música amansa a las fieras: es una buena opción para tranquilizar al perro, pero hay que elegir el tipo de tonalidad adecuada para el animal.
Según estudios realizados por la Universidad de Belfast la música preferida tanto por perros como por gatos es la música clásica.
Acudir a un especialista en comportamiento canino: si probaste los consejos anteriores u otros y no se lograron avances, convendría acudir a un especialista.
En ninguno de los casos anteriores hay que castigar al perro con procedimientos corporales o con violencia.