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Abril de 2024
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Cinco balazos terminaron con la vida de un chico de 16 años en Santa Fe

Le dispararon por la espalda en la entrada a un pasillo. Sufría adicciones y su madre pedía que lo internen. Hay un detenido.

13/01/2021

Mabel contó su mala fortuna a quien la quiso escuchar. Lo hizo antes y después de que su hijo Milton Javier Valdez, de 16 años, fuera asesinado a balazos en la boca del pasillo donde vivía en Avellaneda y Doctor Riva, en la Vía Honda. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para que a su hijo lo sacaran de la calle y lo trataran por su adicción. “Pero no conseguí más que internaciones por tres días. El se escapaba porque era un enfermo. Y la historia terminó en que me lo mataron de cinco balazos”, dijo con voz ahogada y ya sin lágrimas para llorar. El lunes a la noche el adolescente fue emboscado por dos muchachos sobre las vías y recibió cinco impactos en el tórax, la zona lumbar, el antebrazo izquierdo y el rostro.

“Tengo varias denuncias ante jueces pidiendo que a mi hijo lo internaran en un instituto cerrado donde lo trataran por su adicción. Porque él era un enfermo. Pero no conseguí más que internaciones por tres días”, lamentaba ayer su madre. Tras los disparos, los vecinos cargaron a Milton en un auto pero murió poco después de ingresar al Hospital Clemente Alvarez. Un joven apodado “Sarito”, de 28 años, fue detenido como la persona que acompañó al sicario que mató a Valdez. El matador está prófugo.

Quienes viven en la Vía Honda ya perdieron el poder de asombro ante la muerte violenta. Han contado hasta el hartazgo pormenores de crímenes a cronistas de radio, tele, diarios y medios web; poniéndole el cuerpo a una realidad que pretenden cambiar sin lograr aún que los registren en sus privaciones. “Ojalá sirva para algo”, se despidió un grupo de vecinas del equipo de trabajo de La Capital el martes al mediodía.

En los últimos meses el rectángulo delimitado por bulevar Seguí, Avellaneda, Felipe Moré y las vías en Avellaneda al 4000 _buena parte del territorio de la Vía Honda_ se convirtió en un punto en el mapa de Rosario donde se reiteran asesinatos a balazos. Pueden ocurrir por problemas de convivencia, guerras entre transas por el control de territorio, batallas callejeras por cartel o sencillamente porque una persona dispuesta a matar portaba un arma que lo librara de todo mal. Todo en medio de una pobreza a la máxima expresión.

Desde el 22 de diciembre en ese radio se produjeron cuatro asesinatos: el de Carlos Alberto Ramos en el patio de su casa de Patagones al 3900, el 22 de diciembre; el de Milton Sosa y Pablo Ismael Brest en Manantiales y Biedma, el 24 de diciembre; y el de Valdez el lunes por la noche en Avellaneda al 3900. Milton era el menor de cinco hermanos de una familia que vivió toda la vida donde Doctor Riva se hace pasillo, al oeste de Avellaneda, y choca contra las vías del ferrocarril Belgrano. Como la inmensa mayoría de la barriada se dedican al cirujeo. Milton tenía severos problemas de adicción en un barrio de tentaciones y carencias.

“Mi hijo tenía problemas con las drogas. Era un enfermo. Y como enfermo que era se ponía incontrolable. Se escapaba para poder cumplir con el vicio. Yo busqué que la Justicia lo internara en una institución cerrada, pero nadie me ayudó. Me consiguieron esas internaciones por tres días en el Hospital Provincial. Decime: ¿quién se cura de una adicción en tres días?”, planteó Mabel, la madre del chico asesinado.

El lunes luego de cenar Milton salió de su casa y caminó los 30 metros de pasillo que terminan en las vías. Allí se encontró dos amigos que eran parte de su juntada. Se puso de espaldas a las vías. “Los dos que lo mataron vinieron caminando desde el puente de Garibaldi (sobre las vías). Milton no los vio venir porque estaba de espaldas. Y cuando lo tuvieron a tiro le dispararon. Se escucharon cinco balazos, el mismo número de impactos que tenía el pibe”, explicó un vecino de la zona.

¿Los tiros eran para Valdez?, fue la pregunta que el cronista le hizo al residente. “Y sí. Todos los balazos se los pegaron a él. Estaba con otros dos pibes a los que no les hicieron nada. Todos los balazos fueron para él”, indicó. La familia descree de esa versión: “Les dispararon a los tres”, dijeron.

Milton quedó tirado al costado del camino, agonizante. Cuando la policía llegó, no dejó que familiares y vecinos lo asistieran, lo que tensó el clima hasta que parientes y allegados lo cargaron en un Ford Ka y lo trasladaron al Heca. Tenía impactos en el tórax, la zona lumbar, el antebrazo izquierdo y en el rostro. Poco pudieron hacer los médicos para salvarle la vida. Su deceso fue informado a las 0.45 de este martes.

Tras el ataque, algunos vecinos dijeron haber reconocido a uno de los atacantes. Era el apodado “Sarito”, quien vive a unos 300 metros de la escena del crimen en el barrio Bella Vista. En cuestión de minutos varios móviles se dirigieron hacia las inmediaciones de Lavalle y Centeno y lograron detener en la boca de un pasillo al joven identificado como Gabriel Alberto D., de 28 años, quien las próximas horas será imputado como participe del homicidio de Valdez. “Nosotros lo conocemos a Sarito. Era de venir acá, a la casa”, dijo amargada Mabel, la madre del adolescente.

La investigación del asesinato quedó en manos del fiscal Adrián Spelta, quien comisionó a efectivos de la Agencia de Investigaciones (AIG) para que trabajaran en el territorio. A simple vista en el lugar el crimen no se detectaban cámaras de videovigilancia públicas ni privadas. En una rueda de prensa realizada en el Centro de Justicia Penal el fiscal informó que Valdez fue ejecutado por una persona que estaba “encapuchada”.

El fiscal de la Unidad de Homicidios indicó que el tirador recibió indicaciones de quien lo acompañaba “para que dispare contra la víctima”, orden que ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros. También indicó que Sarito, detenido como quien apuntó a la víctima, “había mantenido conflictos días atrás y decidió ponerles fin de esta manera”. Por último Spelta precisó que, de acuerdo a las características aportadas por los testigos, el prófugo buscado como autor de los disparos sería mayor de edad.

Fuente: La Capital de Rosario.