La ley fue sancionada el 27 de marzo de 1991 por el Congreso y contaba con la iniciativa de Domingo Cavallo, ministro de Economía de aquel entonces.
La Ley de Convertibilidad del Austral, Ley 23.928,1 fue decretada el 27 de marzo de 1991 por el Congreso, durante el gobierno de Carlos Menem, bajo la iniciativa del entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, y estuvo vigente durante casi 11 años hasta su derogación el 6 de enero de 2002.
Establecía a partir del 1 de abril de 1991 una relación cambiaria fija entre la moneda nacional y la estadounidense, a razón de 1 dólar estadounidense por cada 10.000 australes o posteriormente un Peso convertible. Exigía la existencia de respaldo en reservas de la moneda circulante, por lo que se restringía la emisión monetaria al aumento del Tesoro Nacional. El período en que duró la ley de convertibilidad se llamó popularmente "el uno a uno", en clara referencia a la igualdad del peso frente al dólar estadounidense.
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La última dictadura militar (1976-1983) finalizó en medio de un descalabro económico, con un fuerte nivel de endeudamiento público y privado y afrontando la Guerra de Malvinas de 1982. El presidente Raúl Alfonsín reconoció la deuda y las leyes de la dictadura saliente y anunció en 1985 un nuevo plan económico denominado Plan Austral y un nuevo signo monetario: el "Austral". En un principio el Plan Austral fue brevemente exitoso hasta 1986, pero el peso de los compromisos financieros asumidos previamente generó un colapso. Para 1989, cuando se produce la salida anticipada de Raúl Alfonsín, el gasto público representaba el 35,6% del PBI y el déficit fiscal ascendía al 7,6% del PBI. De diciembre a diciembre el índice de precios aumentó un 3079%.
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El gobierno de Carlos Menem, llevó adelante desde 1990 un replanteo integral de la organización económica. Ella incluyó la apertura generalizada al comercio exterior y al movimiento de capitales, la desregulación económica, la privatización de empresas públicas, la reducción del Estado y la reorganización del sistema tributario. La inflación en 1990 fue del 2314%. El nuevo régimen monetario logró estabilizar la economía tras la grave crisis hiperinflacionaria del gobierno de Alfonsín.
A partir de abril de 1991, tras la aprobación de la Ley de Convertibilidad (ley N° 23.928), se estableció una paridad fija de 10.000 Australes por cada dólar y, a partir del 1 de enero de 1992, con el Peso convertible. El Banco Central se convirtió en una virtual Caja de conversión con la obligación de respaldar a cada peso en circulación de manera que cada peso en circulación pudiese ser canjeado por un dólar estadounidense. El plan produjo graves consecuencias en la industria argentina. La industria metalúrgica junto con la textil y la del calzado fueron sectores muy castigados. Los segmentos de mano de obra intensiva son los primeros que sufrieron las consecuencias.