Es un alimento altamente recomendado durante los meses de invierno para combatir los resfriados y otras afecciones estacionales similares.
La mandarina es una fruta cítrica de características nutricionales similares a la naranja cuyo origen se remonta a los cultivos de hace miles de años en China, desde donde se extendió al sureste de Asia.
Es un alimento altamente recomendado durante los meses de invierno para combatir los resfriados y otras afecciones estacionales similares.
Posee importantes niveles de criptoxantina (caroteno), “un compuesto que además de transformarse en vitamina A en nuestro organismo, tiene propiedad antioxidante”,
También puede contribuir a mantener el estado saludable de la piel al favorecer la síntesis de colágeno y a mejorar los procesos de cicatrización de heridas.
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Más del 85% de su composición es agua y contiene una mínima cantidad de azúcar y escasas calorías (aproximadamente 43 calorías por cada 100 g) por lo que es recomendable su consumo para dietas
Cabe destacar su cantidad apreciable de minerales como el potasio, calcio, fósforo y magnesio, que contribuyen al adecuado funcionamiento del sistema muscular y óseo además influye en la salud del aparato digestivo favoreciendo el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.