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Desde el 2008 trabaja como inseminador, tiene 85 hijos y 20 mujeres más están embarazadas

Ari Nagel es profesor de matemáticas y con 45 años es uno de los inseminadores más reconocidos y solicitados dentro de este ámbito.

30/06/2021

Ari Nagel un profesor de matemáticas de 45 años de Estados Unidos ganó una fama gracias a su trabajo como inseminador. Tiene sexo con mujeres y les da su esperma previo pago.

Todo comenzó en el 2008 cuando cuando decidió ayudar a una chica y a partir de ahí emprendió este trabajo que ya arrojó como resultado un total de 85 hijos y actualmente hay otras 20 mujeres más que se encuentran embarazadas.

Nagel fue padre de algunos niños israelíes, gracias a la inseminación artificial. Pero, según la ley de Israel, las mujeres solo pueden usar esperma donado si se hace de forma anónima y hay un límite a la cantidad de donaciones que se pueden hacer.


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Por consecuente varias mujeres se presentaron en clínicas para pedir el esperma de Nagel, pero se les denegó, ya que eso “va en contra de leyes y regulaciones del tema”. Pero no solo eso, sino que si el inseminador accede a prestar su servicio, puede quedar arrestado.

El inseminador manifestó que es “imposible” estar en una relación mientras intenta ayudar a otras mujeres a concebir y no planea parar.

“Mi corazón me dice que continúe. Sé y siento que hago lo correcto. Si lo que hiciera estuviera mal, no se sentiría tan bien”, aseveró. A su vez Nagel expresó que con frecuencia se reúne con sus hijos biológicos para jugar en grupo y enfatiza lo importante que es que conozcan a sus hermanos biológicos.

Su historia recorre el mundo. Su historia recorre el mundo.

Aunque parezca mentira, las mujeres a las que Nagel inseminará cubren todos los gastos si es que el hombre debe realizar algún viaje y alojarse.

“Siempre va pertrechado con un kit del esperminator, un test de ovulación, un recipiente esterilizado, su información genética y de enfermedades de transmisión sexual y cuenta espermática, porque es muy solicitado y puede que se lo pidan en cualquier sitio, como le pasó una vez en un aeropuerto con dos lesbianas. Es muy cumplidor y su sentido del deber es grande”, relató Yair Cymerman, codirector de un documental sobre Nagel.

La esposa de Naguel dijo que no le gusta mucho lo que hace Nagel, pero “nos permite una buena entrada de dinero”.