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Revista

Los cuatro malestares físicos y emocionales que afectan el placer sexual

Se trata de dolores corporales o psicológicos posteriores al coito que pueden afectar el vínculo con la pareja. Cuáles son las causas.

26/01/2022

Si bien la experiencia erótica busca sentir placer sexual durante todo el encuentro (incluido lo que sucede después del orgasmo), en algunas situaciones es reemplazado por molestias, tanto durante como en el postcoito.

En la consulta sexológica aparecen distintos síntomas que afectan a mujeres y hombres después de hacer el amor. Y no es un malestar pasajero, se suele repetir en casi todas las relaciones llevando a la persona a anticiparse a lo que va a suceder con la consiguiente merma del placer.

Aunque no existe una clasificación de los diferentes tipos de síntomas, podemos diferenciarlos en somático (o físicos) y de orden emocional (o psicológico). Se descartan antecedentes de abuso y otros traumas sexuales recientes (por lo menos la persona no tiene conciencia de los mismos) y enfermedades médicas o consumo de fármacos o sustancias. En algunos casos la experiencia displacentera aparece desde el inicio de la vida sexual y en otros se en algún momento de la vida adulta.

Síntomas físicos post coito

1-Cefalea: Uno de los síntomas es el dolor de cabeza de tipo explosivo, se da durante el orgasmo y persiste por unas horas (puede durar 72 horas). No se sabe a ciencia cierta las causas de la cefalea asociada a la actividad sexual. Se cree que el aumento de la presión intratoracica durante el esfuerzo físico impide el buen retorno venoso del encéfalo, situación que produce a la vez un incremento de la presión dentro del cráneo. Afecta sobre todo a hombres a los 20 a 24 y entre 40 a 50 años. Es frecuente encontrar antecedentes de migraña. El dolor puede durar entre 1 minuto a 3 horas, luego puede quedar una molestia residual por 12 horas o más. Es importante descartar que el dolor de cabeza no sea provocado por causas orgánicas ni por el uso de Sildenafil (Viagra) o derivados que pueden tener este efecto colateral. Afecta al 1% de la población aunque se estima que más gente lo sufre y no consulta por el tema.

2-Dolor genital: el término dispareunia define el dolor durante la penetración (tanto en mujeres como en hombres) aunque tiende a durar hasta 24 horas más luego del orgasmo. Los estudios revelan que entre un 5 hasta un 10% de mujeres padecen este síntoma aunque no todas siente que su vida sexual está afectada. Descartando el sexo fuerte o la baja de lubricación (además de enfermedades u otras patologías genitales) se cree que el dolor deriva de la vasocongestión pelviana, la tensión de los músculos pélvicos y abdominales y no vaciar la vejiga antes de tener sexo. En el hombre el dolor y la sensibilidad se debe a la “inflamación” (por el movimiento) de la capa albugínea que recubre el pene y los testículos.

3-Ardor, picazón, ganas de orinar: la fricción del pene durante la penetración(o por el uso de juguetes sexuales) puede provocar pequeñas irritaciones en la mucosa vaginal o el glande (cabeza del pene). En algunas poses el pene ejerce más presión sobre la pared superior de la vagina lo cual se extiende a la uretra estimulando su mucosa con el consiguiente ardor o ganas de orinar. También se describen alergias al látex, lubricantes, espermicidas como causas de picazón y ardor.

4-Síntomas emocionales

Más allá de las expectativas que cada uno tenga luego de tener sexo, existen factores biológicos que marcan diferencias entre los hombres y las mujeres. En los varones, el orgasmo y la eyaculación llevan a la caída brusca de la dopamina y la serotonina lo cual provoca relax y sueño; en cambio, en las mujeres, estos neurotransmisores se mantienen altos (preparados para una nueva estimulación o para tener más de un orgasmo) y el nivel de atención se mantiene alto. Si bien estas diferencias biológicas están presentes no justifican que muchos hombres se duerman después de tener relaciones o no deseen hablar o estar abrazados.

El malestar emocional se funda en la creencia de que el contacto fue satisfactorio pero no suficiente como para colmar las expectativas. Se tiene la vara muy alta de cómo debe ser el encuentro sexual y, a pesar de que se disfruta, le evaluación posterior no llega a conformar. En otros casos no es la creencia lo que provoca la insatisfacción, sino una serie de conductas que impiden continuar juntos, abrazados, hablando, haciéndose mimos, etc. Tanto el quedarse dormidos, fijarse inmediatamente en el celular si hay mensajes, hablar de otros temas como si nada hubiese pasado, levantarse e ir corriendo al baño, hablar de preocupaciones o de conflictos no resueltos, preguntar siempre “¿estuve bien?” como una búsqueda de reafirmación narcisista, son algunos ejemplos del malestar. También se describen síntomas de angustia, tristeza, que no tienen una causa inmediata consciente. Es posible que el alto nivel emocional (ejemplo: llanto durante el orgasmo) ocasione luego una sensación de vacío que no se ´puede llenar con las acciones posteriores a la relación sexual.

Fuente: Infobae