En el Día de la Enfermería, instaron a "respetar los derechos para garantizar la salud"

La ceremonia estuvo encabezada por el decano de Humanidades, Marcelino Ledesma y la vicedecana, Sandra Moreira; en la que además participaron la vicerrectora, Marcela Juárez; la coordinadora de la Licenciatura en Enfermería, Mirta Paz; así como también estudiantes y docentes de la carrera.

Cabe señalar que desde la carrera de organizó la “Semana de la Enfermería”, con el objetivo de visibilizar la disciplina a través de una serie de actos, stands y radio abierta para conmemorar la fecha que recuerda el nacimiento de Florence Nightingale, considerada a través de la historia como la precursora de la labor.

En su discurso, Marcelino Ledesma expresó que “la carrera ha dado pie a un espacio de formación que siempre ha sido reconocida”, oportunidad en la que destacó “la validación de la calidad formativa, habiendo obtenido la máxima puntuación en la certificación, que pone en la escena nacional a la Enfermería de Santiago del Estero como una de las carreras de mayor calidad dentro del sistema formativo universitario”.

El decano expresó además sus “mayores felicitaciones a cada uno de los que integrantes esta comunidad disciplinar” y agradeció “cada espacio, cada esfuerzo, cada paso que dan en este proceso”.

Uno de los momentos más emotivos del acto se dio con el discurso de Ana María Domínguez, docente de la carrera, quien afirmó que “los primeros en invertir en nosotros, deben ser los propios profesionales de enfermería, invertir horas para cuidar entre todas y todos el colectivo de enfermería; invertir en unión, invertir en solidaridad”.

Asimismo, sostuvo que “las instituciones formadoras deben invertir en sus estudiantes, sin privilegios, porque cada estudiante que se forma es alguien que en el futuro estará al cuidado de otro ciudadano que debe recibir una prestación de excelencia”.

“Las instituciones formadoras -añadió- deben invertir en la cantidad de docentes necesarios para que cada uno de los estudiantes reciba, descubra, se sienta acompañado, por el o la mejor docente, seleccionada entre los mejores”.

Finalmente, Domínguez expresó que “la llama que encendió Florence un siglo atrás, sigue ardiendo, porque llegamos un siglo después, apasionadas por esta profesión que nació con ella; sosteniendo esa lámpara simbólica en las manos, iluminando un camino donde estamos todas y todos, juntando la luz hacia un mismo objetivo: la construcción colectiva de derechos, nadie sobra”.