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Locales

“El mayor problema de Argentina en materia de seguridad vial es de índole cultural”

Así lo aseguró el referente del Observatorio Vial Latinoamericano en diálogo con Buen Día Santiago.

05/10/2022

Este miércoles 5 de octubre se conmemora el Día del Camino y desde “Buen Día Santiago” mantuvieron una comunicación telefónica con el ingeniero Fabián Pons, presidente de OVILAM (Observatorio Vial Latinoamericano), quien brindó su opinión respecto a diversos aspectos que hacen a la seguridad vial en Argentina.

Hay países que con el pasar de los años han evolucionado muchísimo respecto a seguridad vial. No es el caso de Argentina. Aquí hubo algunas mejoras puntuales, y hay cosas que han empeorado. En ese sentido la pandemia también afectó a esto.  Hay una efecto postpandemia muy notorio en la agresividad en el tránsito, sobre todo en las grandes ciudades. Hubo muy pocas mejoras viales en este sector y eso hace que no evolucionemos mucho”.

El mayor problema de Argentina en materia de seguridad vial es de índole cultural. No se observa un respeto al prójimo y al haber perdido valores culturales es muy difícil contrarestar eso en ciertas maniobras. Por ejemplo, el mal uso de banquinas; en este caso observamos en la misma falta tanto a autos alemanes último modelo como a un viejo Renault 12 del año 71. O sea, el origen del problema no es económico ni educativo, es un problema cultural. Para solucionar esto se necesita mucha educación, concientización, controles nobles y no tan recaudatorios como los que venimos teniendo, como se observan en muchos lugares. Se necesitan sanciones ejemplificadoras, legislación acorde a lo que se necesite y no leyes estúpidas como las de alcoholemia cero o tantas otras disposiciones y un estado presente”, aseguró el ingeniero Pons.

Agregó, “se nota mucha ausencia del estado en esta materia. Se han perdido los controles dinámicos, esos controles de la moto o el patrullero al ritmo del tránsito observando lo que estaba aconteciendo. Si no implementamos un plan a largo plazo, elaborado por gente que entienda, porque muchas veces encabezan estas decisiones gente que no sabe de seguridad vial”.

No existe la tolerancia cero

Matemática, física y legalmente no existe la tolerancia cero. Es imposible e ilegal. Toda medición tiene su margen de error, por distintos tipos de errores. Un alcoholímetro puede tener un error de calibración, más un error de uso, más el error por el alcohol endógeno... Si al alcoholímetro debo calibrarlo cada 6 meses se debe a que es un aparato que se descalibra; si se descalibra no es exacto, por ende no se puede pretender una tolerancia cero. Es bastante infantil pensar eso e ignorante técnicamente promover la idea de la tolerancia cero en la alcoholemia”, explicó.

Además, hoy en día no tenemos problemas con la gente que tiene 0,5 gramos de alcohol en sangre. El problema lo tenemos con la gente altamente alcoholizada. En Buenos Aires hicieron estudios estadísticos durante tres años. El alcohol tuvo lugar entre el 14% y el 17% de los accidentes viales, que si bien son números más que preocupantes, no es el 25% como lo dicen las autoridades, En ningún caso hubo un conductor alcoholizado con menos de 0.5 gramos”.

El presidente del Observatorio de Seguridad Vial Latinoamericano también habló de casos de países que tenían la misma problemática y cómo actuaron al respecto. “España tenía nuestra misma problemática vial. Teníamos casi la misma cantidad de habitantes y las misma cantidad de muertes en accidentes viales. Ellos trabajaron seriamente, tienen alcoholemia 0,5 igual que nosotros y hoy tienen una sexta parte de la mortalidad que tenemos nosotros. Trabajaron estudiando la problemática, educaron, concientizaron, controlaron, sancionaron, fueron efectivos y serios. Nosotros nos pasamos haciendo medidas tribuneras”.

El pago de las multas no deben ser solamente en monedas, también es sumamente necesario aplicar sanciones de quita de licencias por tiempos preestablecidos. Por ejemplo, en Chile o en España, una persona que es detectada con 0,8 o más de un gramo de alcohol en sangre va presa, directamente. Y a estas personas se las detiene entre una semana y un mes en un lugar especial”, aseguró el profesional.