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Opinión y Actualidad

Messi y el Kun Agüero en Twitch, ¿por qué importa?

La charla entre amigos ofreció una intimidad hasta ahora desconocida. El "buddy journalism" (periodismo de amigos) y la intermediación indeseable de los periodistas.

09/12/2022

Por Gonzalo Abascal
Para Clarín

Primero fue la sorpresa por verlo a Messi en el streaming del Kun Agüero en Twitch, luego la sonrisa cómplice que generó la charla y, al final, el impacto de la audiencia: un récord de 247.577 personas conectadas al mismo tiempo en el canal del Kun, y 3,3 millones de vistas en YouTube (hasta la noche del jueves) para una charla de una hora y 25 minutos. Impresionante.

Enseguida surgieron preguntas que no son nuevas pero que no tienen respuestas definitivas ¿En qué género clasificar lo que vimos? ¿Qué significa en términos de los destinatarios; los hinchas? Al fin, ¿por qué importa?

Veamos. El episodio ocurrió un día en que la Selección Argentina no tuvo contacto con la prensa. Es decir que la imagen más íntima de sus futbolistas durante el Mundial se produjo sin periodistas cerca, y se supone que sin la intervención de los protocolos de la AFA y la FIFA. Messi y el “Papu” Gómez conversaron con su amigo el Kun y para eso no hace falta ninguna autorización.

Bien. Lo más importante en la tarde argentina del miércoles (momento de la charla) era conocer si Rodrigo De Paul estaba lesionado, tal como había trascendido. Por supuesto, ninguno de los futbolistas habló sobre el tema, y si algo pudo inferirse fue por la presencia de De Paul en un sonriente segundo plano.

El ejemplo descarta lo informativo como propósito de la comunicación. Queda entonces el entretenimiento; y sí, Agüero, Messi y Gómez ofrecieron una charla simpática.

Sin embargo, para el especialista mexicano Mauricio Cabrera se trató de “buddy journalism” (periodismo de amigos), una novedad que implica el fin de la intermediación periodística conocida. Para él, los periodistas se convirtieron en intermediarios indeseables para los deportistas, y por esa razón su acceso es cada vez más limitado. Y se pregunta: “¿Se cerraron las puertas a los medios?” La respuesta está a la vista en el Mundial: apenas 15 minutos de entrenamientos abiertos y aburridas conferencias de prensa pobladas de obviedades de ambos lados.

¿Pero fue periodismo esa conversación de amigos? El analista peruano Diego Salazar afirma que ni siquiera importa. A propósito de una recordada charla entre Messi y el streamer español Ibai Llanos, escribió en The Washington Post: “Ibai (hoy puede cambiarse por Agüero) es capaz en ese video de hacer una cosa que es muy difícil, y es que los demás podamos ver al Messi distendido, al Messi que nunca vemos; pero no es periodismo, ni Ibai pretende que lo sea. Lo más importante aquí no es lo que Ibai pregunte o Messi responda. Lo importante, paradójicamente, no es el contenido de la conversación. Sino que el intercambio mismo exista y que ambos compartan ese espacio, se reconozcan el uno al otro y departan con la familiaridad que todos los espectadores de Ibai soñarían tener con Messi”.

Comienzan a alumbrar algunas ideas.

Las plataformas ofrecen una ventana, de la que el periodista, amenaza de lo incómodo, es corrido. Permite la intimidad y la espontaneidad con la que los jugadores entretuvieron hablando sobre nada. Vale como alternativa.

¿Alcanza? La respuesta la ofrecerá el recorrido de la Selección (y de cualquiera) cuando deba explicar el triunfo o la derrota. Entonces la intimidad no será suficiente, y la reflexión y el pensamiento deberán ocupar el lugar de la espontaneidad. Para que ocurra, una pregunta incómoda resultará seguro necesaria. Y lo único imperdonable, en cualquier plataforma, será la ausencia y el silencio.