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Las cinco curiosidades que desconocías acerca del orgasmo

Representado una y otra vez en la cultura popular, qué ocurre en esa fase de la respuesta sexual, qué es la brecha orgásmica y qué debemos evitar.

22/12/2022

El sexo se expande a todas las culturas y todas las generaciones, pero los avances en sexología y el estudio del orgasmo en hombres y mujeres es relativamente reciente. Entonces, ¿de qué hablamos cuando hablamos de orgasmo?

La palabra para definirlo todo, proviene del griego “ὀργασμός” que podría traducirse como “hinchazón” y “plenitud”. El libro Hablemos de sexo, de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana (SASH), lo define como “un pico de placer con liberación de tensión sexual, contracción rítmica de los músculos perineales y los órganos reproductores".


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Uno de los planteamientos que se ha estudiado a lo largo de las últimas décadas e involucran a la medicina, la sexología y los estudios de género es el concepto de la “brecha orgásmica”, ¿de qué se trata? De la disparidad que se ha reportado que existe entre la cantidad de hombres heterosexuales que informan haber tenido un orgasmo en comparación con las mujeres heterosexuales.

Según un estudio publicado en el Journal of Sexual Medicine en 2017 realizado en Canadá en personas de 18 a 25 años, “los datos respaldan la existencia de una 'brecha del orgasmo'. El 11,50 % de las mujeres reportaron tener orgasmos con mucha frecuencia, en comparación con el 48,4 % de los hombres”.

La investigación aclara que “esa disparidad se atribuye a las dinámicas de poder de género”, no necesariamente al sexo biológico del compañero sexual. “Las mujeres entrevistadas destacaron la presión social y la vergüenza como inhibidores al expresar sus necesidades sexuales”, agrega el documento.

En todo caso, vale aclarar que este punto máximo de placer se experimenta de diversas maneras de acuerdo a cada persona y que, con orgasmo o sin él, el goce debe ser el protagonista. La Asociación Mundial de Salud Sexual (WAS) publicó en 2021 una declaración en la que determinó, entre varios postulados, que “el placer sexual es una parte fundamental de los derechos sexuales, considerados como derechos humanos”.

5 curiosidades que quizá no sabías sobre el orgasmo

Deshacerse de los mitos y la idealización es uno de los primeros pasos para vivir una sexualidad sana y plena. ¿Qué más ocurre alrededor de ese momento?, estas son algunas curiosidades.

1. ¿Acabar? El orgasmo es una fase de la respuesta sexual, pero no la última

En la década de los 70, los pioneros investigadores William Masters y Virginia Johnson plantearon el “Modelo de respuesta sexual”, el primero en intentar describir de forma lineal los procesos que experimentamos los humanos ante el estímulo sexual. En él, especificaron cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Posteriormente, se idearon otros modelos y a éste se le añadió otra fase.

Si se toma el primero, la etapa de resolución y no el orgasmo sería la última fase del proceso. En otras palabras, después de que se libera la tensión sexual y ocurre la eyaculación, empieza el período refractario en el caso de los hombres, como consecuencia, disminuye la hipersensibilidad, el pene deja de estar erecto y empieza “una fase de recuperación”.

Masters y Johnson sostuvieron que las mujeres no experimentaban esta fase refractaria, lo que les permite tener varios orgasmos de manera consecutiva. Entonces, ¿qué pasa con la eyaculación femenina?

2. La mujer no necesita ninguna eyaculación para tener un orgasmo

La eyaculación femenina es un concepto que está mal expresado a nivel popular porque se hace un paralelo con la eyaculación masculina, las mujeres o personas con vulva no eyaculamos, a veces sale un líquido, pero hay un porcentaje bajo que tiene ‘squirt’. La mujer no necesita ninguna eyaculación para tener un orgasmo, el orgasmo femenino se produce en el clítoris”, explica la psicóloga y sexóloga Viviana Wapñarsky, miembro de la SASH.


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3. En el orgasmo también entra en juego la excitación psicológica

En el camino al orgasmo: se disparan la dopamina, las endorfinas y la oxitocina; aumenta la frecuencia cardíaca y también la respiratoria; el cerebro envía la señal de placer a los órganos genitales. Pero, una de las advertencias de numerosos científicos que han llevado a cabo estudios en las últimas décadas para intentar desentrañar el origen de las reacciones corporales antes, durante e inmediatamente después del orgasmo es que la experiencia sexual no debe ni puede reducirse únicamente a la actividad del cerebro o a las respuestas orgánicas.

Para que una persona alcance el clímax también se ponen en juego factores emocionales y psicológicos. La doctora Helen Singer Kaplan, una de las grandes referentes de la sexología moderna, destacó su importancia acuñando el concepto de la excitación psicológica además de la física, y añadió “el deseo” como la primera etapa en el modelo de respuesta sexual de Masters y Johnson, que ahora cuenta con cinco etapas.

“La relajación, la posibilidad de autonomía individual —siempre manteniendo el consenso si es una relación con otro— y la sensación de libertad individual y de que eso que se hace está bien son importantes para que una persona alcance el orgasmo”, indica Lucía Báez Romano, psicóloga, sexóloga y psico-oncóloga del sector de Urología del Hospital de Clínicas José de San Martín.

Báez Romano también señala que, en el caso opuesto, “cuando hay nerviosismo, la ansiedad corta o disminuye la respuesta sexual”.

4. En algunos casos, un hombre puede llegar al orgasmo aunque no eyacule

La “aneyaculación orgásmica” es una incapacidad de un hombre o persona con pene de expulsar el semen a través de la eyaculación que no impide que experimente un orgasmo. Esta condición médica indica que, aunque la eyaculación y el orgasmo están íntimamente relacionados, son independientes.

En un sentido más amplio, las causas de distintos tipos de “aneyaculación” pueden deberse a lesiones de la médula espinal, condiciones que afectan el sistema nervioso como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson.

Por otro lado, y lejos de las condiciones médicas, según algunos practicantes del sexo tántrico, los hombres pueden sentir un orgasmo sin eyacular. El bioquímico y divulgador científico Pere Estupinyá explica en uno de los capítulos de su libro S=Ex2: La ciencia del sexo que emprendió una búsqueda para entender cómo algunos hombres que seguían la filosofía del tantra eran “multiorgásmicos”.

En medio de una anécdota, el autor identifica que ellos logran “dominar su musculatura pélvica responsable de la eyaculación y ser capaces de vivir el momento de manera intensa distribuyendo la tensión sexual por todo el cuerpo en lo que ellos llaman un «orgasmo corporal»”. Esto, sin embargo, no es la finalidad última de esa filosofía proveniente de la India.

“En Occidente está muy relacionado el orgasmo con la eyaculación porque son momentos que coinciden, si bien no son lo mismo, porque el orgasmo tiene más que ver con una sensación subjetiva y la eyaculación con una sensación más física”, indica Wapñarsky.


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5. Justo antes del orgasmo, la parte interna del clítoris se retrae

El clítoris es un órgano eréctil y neurovascular, así que, tal y como se explica en “Hablemos de sexo”, antes del orgasmo, la parte interna del clítoris, que ya tuvo una vasodilatación, “se retrae por detrás de la sínfisis pubiana [una articulación ubicada en la cara anterior de la pelvis que une las dos partes del pubis] y gira 180 grados”.

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