Como consecuencia Google deja de ofrecer actualizaciones de Chrome para Windows 7 y Windows 8.
La compañía informó el pasado mes de octubre que, debido a la introducción de la nueva versión de Chrome, suspendería el soporte para ambas versiones de Windows y exigiría que los interesados en seguir utilizando el navegador contarán con equipos desde Windows 10.
Todos los equipos que no se actualicen a Windows 10 o posterior seguirán funcionando con versiones anteriores de Chrome.
La compañía lanzó Chrome 110 el 7 de febrero, que ya exige Windows 10. Esto significa que a partir de este martes, 10 de enero, los dispositivos que ejecutan Windows 7 y 8/8.1 serán cada vez más vulnerables a errores, ‘malware’ y otros riesgos de seguridad.
Asimismo, estos ordenadores tampoco podrán obtener las últimas funcionalidades y características de Chrome.