Opinión y Actualidad

Crítica de "Joyland", adiós a la represión social

"Joyland" es una dramática radiografía de las frustraciones, la opresión y la asfixia –social e íntima– que sufren todos los personajes de la película.

15/02/2023

Por Roger Salvans
Para Fotogramas

Primera cinta pakistaní proyectada en Cannes –donde se llevó el Premio del Jurado en la sección Una Cierta Mirada, además de la Queer Palm–, 'Joyland' arranca como lo que parece ser un costumbrista retrato familiar centrado en el descubrimiento LGTBIQA+ de Haider, el hermano pequeño del clan Rana: casado pero sin hijos, sin otro trabajo más que el cuidado de los sobrinos, menospreciado por su padre y hermano por vivir del sueldo de su esposa… Pero a medida que la trama avanza, y los desengaños se suceden, se convierte en una dramática radiografía de las frustraciones, la opresión y la asfixia –social e íntima– que sufren todos los personajes, cada uno de ellos bajo un yugo propio: ya sea la transfobia, la homosexualidad oculta o la represión patriarcal.

Todo eso se articula mediante un guion en el que prima el detalle sobre lo obvio pero, especialmente, gracias a la puesta en escena que impone Saim Sadiq en la que es su ópera prima: vibrante y tensa, con un inteligente uso del formato 4:3 y la composición y sentido del tiempo o una cambiante paleta de colores que dota al film de una luminosidad singular. Una cinta valiente en la que tienen más peso las texturas y los matices que la trama en sí.

Para los que quieran sublevarse ante cualquier tipo de represión social.