35 personas, entre ellos niños y adolescentes, debieron ser internadas como consecuencia de una supuesta intoxicación.
El martes de Carnaval, alrededor de 35 personas de la murga Ilusiones Argentinas, entre ellos niños y adolescentes, debieron ser internadas como consecuencia de una supuesta intoxicación.
La Justicia de Catamarca secuestró ropa y otros elementos que portaban los bailarines, pero aún no concluye los análisis para determinar cuál fue la causa. “Creemos que nos echaron herbicida”, dijo una de las madres.
El director de la murga, Iván Carrizo, y algunas de las madres, hablaron sobre lo sucedido durante los festejos que se realizaron en la localidad de Miraflores. Todos pidieron celeridad a la Justicia para que determine qué tipo de producto les echaron mientras bailaban, lo que provocó problemas respiratorios, convulsiones, ronchas, ampollas, vómitos y otros síntomas entre los miembros de la comparsa.
Todo se habría desarrollado con total normalidad hasta que, alrededor de las 00, cuando ya habían terminado de bailar, uno de los adolescentes que tocaba los instrumentos se acercó hasta el Director: “Tiritaba, me dijo que se sentía mal, y se cayó al piso convulsionando”, contó Carrizo.
Tras él, casi como en un proceso en cadena, comenzaron a descomponerse otros chicos de la misma murga. La desesperación se apoderó de todos y comenzaron a gritar y a pedir ayuda médica. “El locutor demoró en entender el mensaje, y el espectáculo siguió un buen tiempo hasta que pararon todo porque eran cada vez más los chicos afectados”, contaron.
En el lugar no había ambulancias, por lo que hubo que llamar a emergencias, pero por la distancia entre la localidad y la ciudad, demoraron más de 40 minutos en llegar. “Agradezco a uno de los papás, que es el que llevaba los instrumentos en su camioneta que cargó a varios chicos y comenzó a llevarlos el Hospital de Niños y el San Juan Bautista. En tanto las ambulancias atendían a otros, eran muchos los afectados y con diferentes síntomas”, relataron.
Las horas pasaron y los chicos que no habían presentado síntomas los mostraron cuando el colectivo que los llevaba de regreso al punto de encuentro con sus padres, en Valle Viejo, los dejó. Ahí fueron convocadas más ambulancias, ya que incluso se habían descompensado algunos niños más pequeños. Al parecer habría sido por el vaho que se concentró dentro del vehículo, según la opinión de los padres.
“Mi hija tenía ampollas y la cara colorada, no podía respirar. La ropa en donde les cayó lo que les echaron se veía negra”, relató una de las madres.
Al otro día desde el Ministerio de Salud, emitieron información a la prensa en donde señalaban la cantidad de niños, adolescentes y adultos que debieron ser atendidos y que estaban internados y aseguraron que “hasta el momento, las causas de estos cuadros no fueron establecidas, pero se continúa con el seguimiento clínico y evolutivo de los pacientes”.
Una de ellas relató que esa misma noche fue a radicar la denuncia en la Unidad Judicial N10 y que llevó ropa de su hija para que los judiciales le tomen muestras. “Estábamos con la bolsa de la ropa al lado y el olor que salía era muy fuerte, incluso tuvimos que salir porque nos hacía arder los ojos. El policía nos dijo que probablemente además del herbicida había también gas pimienta, que mezclado con la espuma fue un combo terrible”.