El padre Marcelo Trejo comparte una reflexión desde un contexto actual de democracia y federalismo.
Cada 5 de junio, desde 1821, se celebra el acuerdo de paz y amistad firmado entre Santiago del Estero y Tucumán, con el cual se dio fin al conflicto que enfrentaba a ambas provincias respecto a la autonomía santiagueña.
Ante esto, el padre Marcelo Trejo comparte una reflexión bajo una mirada puesta en el contexto actual de democracia y federalismo.
Padre Marcelo Trejo sobre el Pacto Marcelo Trejo

Y “sobre el augusto objeto de la independencia de los pueblos que lo forman” se declaró la emancipación de las Provincias Unidas del Río de la Plata. “¿Quieren una nación libre e independiente?… y, uno a uno, reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto”. Así también lo hizo Pedro León Díaz Gallo, por Santiago del Estero, en el Congreso de 1816.
Tiempo después, este sacerdote del curato de Loreto se constituirá en Vinará, un fronterizo pueblo santiagueño, a fin de “firmar los tratados de paz y unión eterna”. Una alianza para institucionalizar provincias y afirmar la anhelada Autonomía de Juan Felipe Ibarra
De esta manera, el Pacto de Vinará (5 de junio 1821) constituye un hito de alianza política que sostuvo la paz social de los pueblos y proyectó gobernabilidades autónomas. Pactos y Alianzas que anteceden a la conformación de la República Argentina, otorgándole a la vez, unas bases constituyentes de innato Federalismo Nacional.
También hoy, los actuales vectores socio-económicos y políticos activan la concepción de federalismo desde nuevos escenarios. Las reglas de juego democrático son casi inéditas y los actores operadores danzan al son de tierra adentro, desde el norte del país. Hasta se puede cambiar el dicho: “Dios está en todas partes, pero ya no solo atiende en Buenos Aires”.
Por ello, las actuales proyecciones o construcciones de ejercicios democráticos no deberían minimizar la impronta de estos esfuerzos mancomunados de provincias ni tampoco las inclusiones y protagonismos de sujetos coligados provenientes de regiones geopolíticas de la nación.
De suyo, la configuración creciente de la llamada Región Norte Grande actualiza el Pacto de Vinará, tal como la participación de sus miembros gestores calificaría posibles y convenientes armados electorales para una democracia nacional y federal.