Robert Rodriguez dirige a Ben Affleck en "Hypnotic", thriller de ciencia ficción sobre un detective que busca a su hija con la ayuda de una vidente.
Por Fausto Fernández
Para Fotogramas
Signo de estos tiempos de uniformidad y de impermeabilidad para lo bizarro, el fracaso estadounidense del último esfuerzo de Robert Rodriguez por seguir experimentando con el cine, y los géneros (ciencia ficción, detectivesco…), como un niño curioso con un mecano, certifica que quienes viven en un permanente estado de hipnosis castrante van a ganar la batalla. Déjennos, pues, a aquellos que aceptamos la real irrealidad de un Raymond Chandler Philip K. Dick, que disfrutemos con un Ben Affleck convertido en un detective metatemporal y en el Jerry Cornelius de Michael Moorcock y que sonreímos ante un exploit de Christopher Nolan en el garaje hermético de Moebius.
‘Hypnotic’ desmonta sus imágenes y superpone sus tramas, algunas imposibles y sin salida, tratando de huir de los blockbusters convencionales y las nuevas series B, meros pilotos de aburridas teleseries. Sí, es la imperfección como ejercicio de estilo y declaración de intenciones. Es la ‘Charada’, el ‘Arabesco’ y el ‘Paycheck’ (vaya, también con Affleck) de este cobarde milenio.
Para dispuestos a dejarse llevar por una serie negra ci-fi desconcertante.