A pesar de que la sociedad tiene un conocimiento general sobre cómo, cuándo y por qué los hombres eyaculan, existe un desconocimiento considerable en torno al placer femenino.
Debido a factores culturales, a lo largo de gran parte de la historia, las relaciones sexuales humanas se han centrado en la procreación, reprimiendo el placer sexual.
Cuando las mujeres comienzan su vida sexual, se embarcan en un descubrimiento de diversas experiencias, entre las cuales se encuentran la sensación del orgasmo, la práctica del squirting, y por supuesto, la eyaculación femenina, que, cabe destacar, no son lo mismo.
Para distinguir el squirt de la eyaculación femenina, es crucial entender que esta última consiste en un flujo blanquecino, de mayor densidad que el squirt, y rara vez se expulsa más allá de la vagina, quedando camuflada con la propia lubricación. Por otro lado, "el squirt no es más que la expulsión por la uretra de un líquido transparente compuesto de urea diluida", explica Lucía Jiménez, psicóloga y sexóloga especializada en Terapia Sexual y Asesoramiento a Parejas.
Karimme Reyes, sexóloga y tallerista, destaca que el squirt se ha vuelto un tema súper famoso gracias a la pornografía y suele representarse como chorros exagerados de líquido, aunque en realidad no siempre es así. La cantidad de líquido expulsado puede variar significativamente según la persona.
"No te presiones. Si no lo logras, tampoco pasa nada. Tiene mucho que ver con el autoconocimiento, y mientras más conozcas tu cuerpo y cómo reacciona a diferentes estímulos, podrás disfrutar más de tu sexualidad e incluso será más fácil comunicarla si decides compartirla", aconseja Karimme Reyes.
En cuanto al contenido del squirt, Lucía Jiménez aclara que el líquido es similar a la orina, pero más diluido. Contiene urea, ácido úrico y creatinina, y se expulsa debido a la relajación del esfínter urinario durante la excitación. Aunque técnicamente no es orina, proviene del mismo lugar, la uretra, y por eso puede tener un ligero olor y color a orina.
Para experimentar el squirt, es esencial crear un ambiente erótico adecuado. Alcanzar un nivel de excitación propicio es clave para disfrutar del squirting. En ocasiones, más que explorar sensaciones en el punto G o estimular dos zonas erógenas simultáneamente, todo se basa en que la mujer se conozca y se permita disfrutar de una manera que quizás no había experimentado antes.
"Todos somos diferentes en todos los aspectos: en cuanto al placer, a la anatomía, a las sensaciones, emociones, percepciones, en todo. Ahí radica la clave para entender que no todos experimentamos lo mismo de la misma manera", resume la sexóloga.