El Crohn es una enfermedad inflamatoria de tipo crónico y autoinmune del tubo digestivo que normalmente evoluciona en forma de brotes.
Entre el despliegue de afecciones que se pudieron observar durante el último de tiempo, se puede destacar la enfermedad de Crohn. Pero, ¿de que se trata esta patología que atrajo la preocupación de la comunidad clínica?
El Crohn es una enfermedad inflamatoria de tipo crónico y autoinmune del tubo digestivo que normalmente evoluciona en forma de brotes. Si bien, tiende a afectar principalmente a las mujeres entre los 20 y 30 años, personas de todas las edades pueden contraerla. El pronóstico se relaciona con el tiempo de evolución de la enfermedad a partir del momento en que se diagnostica, con la gravedad de los brotes, las complicaciones que pueden emerger en el camino y los antecedentes del paciente.
Este padecimiento puede afectar varios focos del organismo, y se puede extender desde la boca hasta el ano. Igualmente, la localización más frecuente es el íleon terminal, una porción ligeramente alejada del intestino delgado. Bajo esta línea de análisis, se puede manifestar fuera del aparato digestivo, como es el caso de las articulaciones, la piel, el hígado y los ojos.
En la actualidad, la causa de esta dolencia continúa siendo una incógnita. Sin embargo, los análisis científicos aseguran que existen varios factores involucrados en el orígen de la misma.
Al día de hoy, las hipótesis son muchas, aunque la más vigente entre los especialistas refiere a una predisposición genética. En teoría, una alteración a nivel inmunológico ante antígenos alimentarios o bacterianos podría ser una de los principales detonantes de la afectación.
Por otro lado, otras teorías hacen alusión a un proceso infeccioso, es decir, que varios gérmenes estarían implicados en la generación del Crohn.
Entre los principales síntomas se destacan:
Igualmente, dependen de la localización anatómica a la que afecten en mayor medida, además de la gravedad de la inflamación. Entre ellos, el más recurrente es la diarrea y el dolor abdominal, que se da, generalmente, en el lado derecho. También puede detectarse fiebre.
Como se mencionó en primer instancia, la enfermedad suele presentarse en diversos brotes que se extienden rápidamente. Ante este panorama, es necesario la intervención médica respecto a la aplicación de corticoide, 5-ASA, antibióticos o inmunosupresores.
Además, los especialistas pueden llevar adelante diversos tratamientos más novedosos, basados en la alteración del sistema inmunológico. Un ejemplo, son los anticuerpos monoclonales anti-TNF, según la explicación clínica.
En el caso de que el paciente se encuentreen fase de remisión, el especialista debe probar el retiro del corticoide por un tiempo, y el sostenimiento del 5-ASA. Igualmente, no es algo que se logre con frecuencia.
Un paso aún mayor aparte del seguimiento medicinal, es la cirugía. Principalmente, en los casos que contemplen complicaciones como megacolon tóxico, perforaciones, abscesos, zonas estenóticas, fístulas y malignización.