La escarapela no solo es un accesorio que se luce en la vestimenta, sino que también encuentra su lugar en la decoración de hogares, oficinas y espacios públicos.
El Día de la Escarapela es una fecha importante en el calendario argentino, en la que se rinde homenaje a uno de los símbolos patrios más emblemáticos del país. Cada 18 de mayo, los argentinos visten y decoran sus entornos con la escarapela, una cinta con los colores blanco y celeste que representa la identidad nacional y los valores de la sociedad argentina.
Durante esta jornada, las escuelas y diversas instituciones organizan actos y eventos para conmemorar la importancia de la escarapela. Se llevan a cabo ceremonias en las que se entona el himno nacional, se realizan discursos alusivos y se promueve la participación de la comunidad en actividades que refuerzan el sentido de pertenencia y el orgullo por los símbolos patrios.
La escarapela no solo es un accesorio que se luce en la vestimenta, sino que también encuentra su lugar en la decoración de hogares, oficinas y espacios públicos. Bandas, moños y otros adornos con los colores patrios se multiplican por las calles, demostrando el compromiso y amor de los argentinos hacia su país.
Además, la celebración del Día de la Escarapela tiene un componente educativo importante, ya que padres y maestros aprovechan la ocasión para enseñar a las nuevas generaciones sobre la relevancia de los símbolos nacionales. Los niños participan activamente en la confección y uso de escarapelas, aprendiendo así a valorar y respetar los emblemas que representan la historia y los logros de la nación.
Cuál es el origen de la escarapela
La escarapela argentina fue creada por Manuel Belgrano durante la Campaña al Paraguay. Enfrentando la necesidad de distinguir a sus tropas de las fuerzas realistas españolas, Belgrano observó que la falta de distintivos claros en los uniformes llevaba a la confusión en el campo de batalla. Reconociendo este problema, el 13 de febrero de 1812, Belgrano envió una carta al Triunvirato solicitando la declaración de una escarapela nacional que evitara estas confusiones.
Cinco días después, el 18 de febrero, el Triunvirato decretó su uso y así nació la escarapela azul celeste y blanca, que suplantó al distintivo rojo previamente usado.
El origen de los colores celeste y blanco de la escarapela son objeto de diversas teorías, aunque no existe una constancia cierta de su elección. Algunas versiones sugieren que los colores podrían reproducir el cielo, representar a la casa de los Borbones o rendir homenaje a los regimientos de Patricios y Húsares durante la segunda invasión inglesa.
Otra teoría las vincula a las cintas que French y Beruti repartieron durante los decisivos días de mayo de 1810. Pese a las diferentes hipótesis, la escarapela se consolidó como un símbolo de identidad y unión entre los patriotas.
La celebración del Día de la Escarapela fue una iniciativa del Consejo Nacional de Educación en la década del 30. Inicialmente propuesta en 1935, la fecha del 18 de mayo fue oficializada en 1941. Esta conmemoración busca destacar la importancia de este símbolo patrio en la historia argentina y reforzar su relevancia, especialmente en el ámbito educativo, donde se enseña a las nuevas generaciones sobre su significado y la historia de su creación.
Por qué el 18 de mayo se celebra el Día de la Escarapela
El 18 de mayo se celebra el Día de la Escarapela en Argentina, una fecha establecida para rendir homenaje oficial a uno de los símbolos patrios más emblemáticos del país. Esta celebración fue propuesta inicialmente en 1935 por el Consejo Nacional de Educación y en 1941 quedó oficializada.
La escarapela, creada por Manuel Belgrano el 18 de febrero de 1812 y adoptada como distintivo por el Triunvirato, simboliza la identidad y espíritu nacional de los argentinos.
El objetivo de instituir este día es resaltar la importancia del símbolo en la historia del país, recordar su valor como emblema de unidad y patriotismo y promover su respeto y conocimiento entre las nuevas generaciones. Conmemorando este día en mayo, se busca integrar la escarapela en las celebraciones patrióticas que se llevan a cabo durante este mes, especialmente en relación con la Revolución de Mayo, acontecimiento fundamental en el proceso de la independencia nacional.
La escarapela no solo formó parte del uniforme patriota en los primeros momentos de la lucha por la independencia, sino que también inspiró la creación de otros símbolos nacionales como la bandera. La elección de colores celeste y blanco representa varios simbolismos y teorías históricas que refuerzan la importancia de este emblema en la identidad argentina.