X
Opinión y Actualidad

Laberintos

Los laberintos en las artes. La lógica y simbología intrínseca en ellos. Representaciones en la literatura y en el cine.

01/06/2024

Por Pablo Argañarás, Lic. en Cine y Televisión
Desde la antigüedad los laberintos llamaron la atención de los seres humanos de todas las culturas. Su representación en las artes es cuantiosa. Desde la literatura hasta el cine, pasando por la pintura y arquitectura, esta temática atrajo la curiosidad y atención de los espectadores.

Los laberintos representan la búsqueda de una salida.  El escape al desasosiego y a la rutina infinita del tedio.  El tiempo que se escurre entre las paredes de su tramposo entramado.  La desesperación de los atrapados en él.  Quizás tiene algo de muchas situaciones que la vida nos presenta.  Así, viene a cumplir una función simbólica en la mente de las personas que leen obras sobre los laberintos, ven pinturas y observan filmes.

La dualidad disfrute/padecimiento que lo caracteriza, aquel quien tiene que sortear su recorrido y quien observa como ésta persona lo resuelve.  Simulacro de la vida y del arquitecto humano constructor de este microcosmos denominado laberinto.

Nadie como Jorge Luis Borges nos metió en el mundo de los laberintos desde la literatura.  Infinitos recovecos de bibliotecas.  De suposiciones.  De mundos posibles.  Alusiones a la mitología griega, al laberinto en dónde habita el Minotauro.  El terror de su acecho.  El sinfín de la angustia y de la muerte anunciada.  La valentía encontrada del héroe para salir luchando y venciendo al monstruo.

Paris convertida en un laberinto citadino en la pluma de Julio Cortázar.  La búsqueda de la Maga.  La búsqueda de sí mismo.  Del aspirante a escritor que juega a escribir que ya lo es.

La literatura le hizo justicia a los laberintos en tantísimas obras.  El cine quizás no fue tan contundente, pero tuvo sus intentos.  La película homónima de los ochenta de fantasía plantea un universo construido para espectadores niños.  El laberinto en ella funciona quizás como un dispositivo lúdico que alberga y contiene a personajes entrañables para que la ficción suceda.  Más cercana en el tiempo encontramos otro ejemplo, "El Cubo", bajo el género de terror.  En este filme el laberinto es aterrador.  Repleto de infinitas posibilidades de monstruos, torturas y muerte.  Aquí la perversión del juego del laberinto se hace patente.

En los inicios del nuevo siglo aparecieron laberintos en  géneros distópicos.  A modos de universos paralelos el dispositivo entrama y confunde al espectador en "Matrix", "Inception", "Maze Runner".  Mundos posibles en dónde los personajes están en la búsqueda de la salida como un Perseo de los años modernos.  Aquí el Minotauro posee fauces tecnológicas y armas avezadas.  El planteo siempre es el mismo que en la mitología griega. El protagonista sale de la odisea modificado. No es la misma persona que ingresó. Aprendió muchas cosas que lo hicieron madurar para sortear el laberinto. Neo se convierte en el Mesías de la Matrix, Aragorn en el Señor de los Anillos y Skywalker en un Jedi.  El cine replicando la mitología griega ad Infinitum...

Los laberintos funcionan quizás como un cabal ejemplo de cómo el ser humano es capaz de inventar problemas y en el afán de intentar resolverlos poder crecer en astucia, conocimiento y valentía.