Una escena clave del episodio 5 incluyó elementos culturales del norte argentino. La música, la comida y las referencias geográficas rinden homenaje a Santiago del Estero en una producción que recorre el mundo.
La provincia de Santiago del Estero fue protagonista en el episodio 5 de El Eternauta, la serie que se convirtió en un fenómeno internacional y que ya es tendencia en más de 20 países. En medio de un contexto de tensión, resistencia y drama, elementos culturales propios del norte argentino cobraron un protagonismo inesperado que emocionó a muchos espectadores.
Entre las escenas del episodio, se destacó una secuencia en la que un grupo de sobrevivientes comparte tortillitas santiagueñas, en un claro símbolo de unión y esperanza. Además, en otro pasaje se escuchó una chacarera acompañada por bombo y guitarra, lo que marcó un fuerte contraste con el caos que atraviesan los personajes, y al mismo tiempo sirvió como recordatorio del poder de la identidad cultural.
Este guiño no es azaroso: en la historieta original escrita por Héctor Germán Oesterheld, se mencionan localidades como Tintina, Quimilí y Suncho Corral como zonas claves en la resistencia argentina. Esos nombres hoy cobran nueva fuerza en una producción audiovisual que traspasa fronteras.
Con este gesto, El Eternauta no solo recupera una de las obras más emblemáticas de la historieta argentina, sino que además pone en valor las voces, tradiciones y paisajes de una región históricamente relegada del protagonismo mediático.
La presencia santiagueña en la serie no pasó desapercibida y despertó orgullo tanto en la provincia como en distintas regiones del país, donde fue celebrada como un acto de visibilización y reconocimiento cultural.