El vicepresidente del Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero cuestionó con dureza los dichos del Presidente durante su gira por Europa. Advirtió sobre las consecuencias de instalar discursos de odio desde el poder.
El juez Eduardo Llugdar, vicepresidente del Superior Tribunal de Justicia, expresó su preocupación por los recientes dichos del presidente Javier Milei durante su gira por Europa, en la que afirmó que el Estado es “una organización criminal”, que “los impuestos son un robo”, y manifestó su rechazo al socialismo y a los periodistas.
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En diálogo con Radio Panorama, Llugdar afirmó que este tipo de expresiones “promueven el odio” y representan “un retroceso institucional muy grave” para el país. “Está instalado el mensaje de odio, se determina quiénes son personas que deben ser excluidas o no consideradas con derecho alguno. Eso es peligroso”, aseguró.
El magistrado recordó que los tratados internacionales de derechos humanos “garantizan la libertad de expresión”, pero advierten sobre los discursos de odio: “Todo nace a partir del odio desplegado en el pasado, como ocurrió con el socialismo en Alemania. El discurso empieza así y después no se lo puede controlar”.
También criticó el hecho de que el presidente ataque al propio Estado al que representa: “Decir que el Estado no sirve o que hay que destruirlo es instar al caos. Si él dice que el Estado es una organización criminal, entonces debe ser el líder de esa banda, porque es la cabeza del Estado argentino. No le encuentro sentido”.
Llugdar advirtió que estos exabruptos pueden afectar las inversiones extranjeras: “Si soy un inversor y me dicen que el Estado argentino es una organización criminal, ¿con quién negocio? Los países viven de las inversiones. Este tipo de declaraciones son irresponsables”.
Por último, el juez sostuvo que desde el poder “debería transmitirse un mensaje contrario al odio”. “Nosotros ya tuvimos experiencias dolorosas en Argentina, con fusilamientos y exterminios por disputas. Deberíamos aprender de eso. Está faltando el factor ético”, concluyó.