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Cómo proteger la piel durante el invierno: claves para evitar la resequedad y las irritaciones

Las bajas temperaturas y la calefacción ponen a prueba la salud de nuestra piel, especialmente en el rostro, manos y labios. Expertos explican cómo prevenir los efectos adversos del frío y mantenerla hidratada y saludable durante la ola polar.

09/08/2025

Durante una ola polar, la piel sufre las consecuencias del frío extremo. El rostro, las manos y los labios son las áreas más expuestas y vulnerables, por lo que tienden a resecarse, enrojecerse o agrietarse con facilidad. Para evitar complicaciones o que los problemas dermatológicos empeoren, es esencial conocer cómo responde la piel al frío y qué hábitos incorporar en la rutina diaria.

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“El invierno trae consigo una combinación de factores que afectan negativamente la salud de la piel”, explica la Dra. Andrea Pascual, dermatóloga del CMC Mendoza de Boreal Salud. La vasoconstricción (la reducción del flujo sanguíneo en la piel debido al frío) disminuye el suministro de oxígeno y nutrientes a las células, mientras que la calefacción reseca el aire en los ambientes cerrados, generando una pérdida de humedad en la epidermis.

Entre las principales consecuencias del frío extremo se encuentran la sequedad, tirantez, enrojecimiento, picazón y, en algunos casos, grietas e irritaciones. La Dra. Pascual enfatiza que el frío no solo incomoda, sino que puede dejar marcas visibles y molestas si no se toman medidas preventivas a tiempo.

La hidratación es uno de los pilares del cuidado cutáneo en invierno. Para ello, la especialista recomienda:

  • Hidratar la piel por dentro y por fuera: Tomar suficiente agua y aplicar cremas hidratantes por la mañana y por la noche. Si la piel lo necesita, incluso más seguido.
  • Limpieza suave: Utilizar productos hipoalergénicos y evitar jabones agresivos que alteren la barrera cutánea natural.
  • Protección solar todo el año: Aunque el sol no sea tan intenso en invierno, los rayos UV siguen estando presentes.
  • Labios protegidos: Hidratarlos varias veces al día con bálsamos específicos para evitar que se resequen.
  • Evitar el calor directo: No acercar la piel a estufas o radiadores y evitar duchas muy calientes.
  • Humedad en casa: Usar humidificadores para contrarrestar el ambiente seco que genera la calefacción.

Además, la Dra. Pascual recomienda prestar atención a las señales de la piel, como grietas, enrojecimiento persistente, picazón o descamación. En estos casos, es mejor consultar a un especialista para evitar complicaciones.

La Dra. Milagros Alcorta, médica dermatóloga, recalca la importancia de la alimentación durante el invierno para mantener la piel hidratada desde el interior. Algunos alimentos recomendados para fortalecer la piel son:

  • Pescados grasos (salmón, sardinas): Ayudan a mantener la hidratación y reducen la inflamación.
  • Zanahoria y calabaza: Ricas en vitamina A, protegen y renuevan la piel.
  • Kiwi y cítricos: Aportan vitamina C, fundamental para la síntesis de colágeno y elastina.
  • Almendras y nueces: Con antioxidantes que previenen la resequedad.
  • Yogur natural: Sus probióticos fortalecen las defensas naturales de la piel.

La Luz Pulsada Intensa (IPL) es uno de los procedimientos más efectivos para mejorar el aspecto de la piel durante los meses fríos. Esta tecnología médica no invasiva es ideal para tratar manchas, rosácea, poros abiertos, enrojecimiento y arrugas finas. La Dra. Alcorta explica que la IPL aumenta la producción de colágeno, mejora la luminosidad y disminuye el tamaño de los poros desde las primeras sesiones, sumando los beneficios del peeling químico.

Con el descenso de la humedad, la piel tiende a perder agua con mayor facilidad, volviéndose seca y tirante. Para contrarrestarlo, se recomienda usar cremas que contengan niacinamida y pantenol, que hidratan, atenúan enrojecimientos y favorecen la regeneración cutánea. Además, la ectoína es un aminoácido producido por bacterias extremófilas que hidrata profundamente, reduce la inflamación, protege contra la radiación UV y la luz azul, y estimula la actividad celular.

Desde marcas como Lidherma y Dermaglós, se recomienda incorporar estos activos en las rutinas de cuidado, junto con el uso diario de fotoprotección y una alimentación equilibrada, para mantener la piel saludable durante todo el invierno.