Erika Kirk, viuda del activista de ultraderecha, se comprometió a mantener vivo el legado de su esposo y aseguró que su grito de guerra resonará en todo el mundo.
Erika Kirk, esposa del activista de ultraderecha estadounidense Charlie Kirk, rompió su silencio este viernes a la noche, dos días después del asesinato de su marido en una universidad de Utah. Frente a la silla vacía de su esposo, la viuda, con un crucifijo colgado del cuello, emitió un mensaje cargado de dolor y determinación: "No tienen idea del fuego que encendieron en esta esposa; el llanto de esta viuda resonará en todo el mundo como un grito de guerra", declaró con la voz quebrada.
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Charlie Kirk, conocido por su postura pro armas, cristiana y antiinmigrante, había sido un influyente activista cercano al expresidente Donald Trump. Su asesinato ha conmocionado a la opinión pública, y el principal sospechoso, Tyler Robinson, ya ha sido capturado.
Erika Kirk, visiblemente afectada, expresó: “El movimiento que mi esposo construyó no morirá. No lo hará. Me niego a permitir que eso suceda”. Tras lamentar la pérdida de un “padre perfecto” y “esposo perfecto”, Erika reafirmó su compromiso con los ideales que Charlie defendía.
El asesinato de Charlie Kirk ha generado una ola de reacciones a nivel nacional, y su viuda ha dejado claro que continuará con la labor de su esposo, a pesar del profundo dolor que atraviesa.
El caso sigue siendo investigado y se espera que Tyler Robinson, el detenido por el asesinato, enfrente los cargos correspondientes en los próximos días.