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Día Mundial del Alzheimer: mitos y realidades de esta enfermedad

A pesar de los avances científicos, siguen circulando creencias erróneas sobre el Alzheimer que pueden generar falsas expectativas.

21/09/2025

El 21 de septiembre marca la conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, una fecha proclamada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concientizar sobre esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de 55 millones de personas en el mundo. Desde su descubrimiento en 1906 por el médico Alois Alzheimer, la enfermedad ha sido rodeada de mitos y temores que, en muchos casos, distorsionan la percepción que tenemos sobre ella. A pesar de los avances científicos, muchas dudas persisten. ¿Es cierto que los juegos de memoria previenen el Alzheimer? ¿Si uno llega a los 80 sin la enfermedad, puede estar tranquilo? Vamos a develar los principales mitos.

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Mito 1: "Si vivimos lo suficiente, todos tendremos Alzheimer"

Uno de los mitos más comunes es que, al llegar a una edad avanzada, todos desarrollaremos Alzheimer. Aunque la edad es el principal factor de riesgo, no todos los adultos mayores presentan síntomas. De hecho, muchos logran llegar a los 90 años con plena lucidez mental. La genética y los factores ambientales tienen un papel importante, pero no lo deciden todo. Es posible llegar a edades avanzadas sin la enfermedad, gracias a la interacción de factores de resiliencia que la ciencia sigue investigando.

Mito 2: "Si no aparece antes de los 80, ya no aparecerá"

Este mito es particularmente temido por quienes llegan a la tercera edad sin manifestar síntomas. La realidad es que la incidencia de la enfermedad disminuye después de los 80 años, pero no desaparece por completo. Algunos estudios muestran que quienes llegan sin deterioro cognitivo a edades avanzadas presentan lo que se conoce como factores de resiliencia, un área aún poco comprendida pero prometedora en el campo de la longevidad.

Mito 3: "No se puede prevenir, todo depende de los genes"

Contrario a lo que se cree, el Alzheimer sí se puede prevenir en gran parte. Factores como la hipertensión, diabetes, sedentarismo, aislamiento social y tabaquismo pueden contribuir a un riesgo de hasta un 40%. Adoptar un estilo de vida saludable, con una dieta balanceada (como la dieta mediterránea) y una vida social activa, reduce considerablemente el riesgo de desarrollar la enfermedad, como evidencian estudios recientes.

Mito 4: "Los crucigramas o apps de memoria previenen el Alzheimer"

Si bien los juegos de memoria pueden ser útiles como estimulación cognitiva, no son una cura ni una garantía de prevención. Aprender un idioma, tocar un instrumento o mantener una vida social activa tiene un impacto mucho mayor en la salud cerebral. Las aplicaciones y los crucigramas pueden ser útiles, pero deben complementarse con otros hábitos que fomenten el bienestar integral.

Mito 5: "Ya existen tratamientos curativos"

A pesar de los avances en la medicación, como los anticuerpos monoclonales que retrasan la progresión de la enfermedad, el Alzheimer aún no tiene cura. Los fármacos disponibles pueden aliviar los síntomas o ralentizar su desarrollo, pero no detienen el curso de la enfermedad. El debate sobre el alto costo y los riesgos asociados a estos tratamientos continúa siendo tema de controversia.

Mito 6: "Una vez diagnosticado, no hay nada que hacer"

Este es uno de los mitos más perjudiciales. Aunque no exista una cura definitiva, la detección temprana y el acompañamiento familiar pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes. El tratamiento temprano, la estimulación cognitiva, la atención a los factores de riesgo vascular y el apoyo social pueden retrasar los efectos y mejorar el bienestar general.

En el Día Mundial del Alzheimer, es fundamental desmitificar estos temores y acercarnos a la realidad científica. La enfermedad no es inevitable, la prevención es posible y, con el cuidado adecuado, se puede mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. La educación, la información y la ciencia son las mejores herramientas para enfrentarnos a este desafío y acompañar a los afectados y sus familias.

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